Explosiones de granadas sacudieron este martes el sur de Bogotá, en dos hechos que dejaron a la ciudadanía consternada. El sector de Patio Bonito fue el primero en ser impactado por una detonación que dejó heridas a ocho civiles y dos policías. Horas más tarde, una segunda explosión en el barrio El Amparo cobró la vida de un hombre y causó daños materiales en varias viviendas. Las autoridades locales, encabezadas por el alcalde Carlos Fernando Galán, apuntan a una retaliación de estructuras criminales que operan en la zona.

La situación en este sector de Bogotá no es un hecho aislado, sino parte de un contexto de lucha entre las fuerzas del orden y bandas delincuenciales como el Tren de Aragua, Satanás y Los Caucanos, que buscan mantener su control territorial. Galán ha priorizado la intervención en esta zona, lo que ha llevado a la captura de múltiples criminales en los últimos meses.

Un atentado contra la policía por los recientes golpes a las bandas

La primera explosión ocurrió sobre las 6:20 p.m. en el sector de Patio Bonito, afectando directamente a uniformados que patrullaban la zona. Según el alcalde, el ataque no fue fortuito, sino que estaba dirigido específicamente contra la Policía. «Este es un territorio priorizado en la lucha contra los terroristas, especialmente en la prevención del homicidio, el tráfico de drogas y la extorsión”, declaró Galán, señalando que el atentado es una respuesta directa a los esfuerzos de las autoridades para desmantelar las estructuras del crimen organizado.

En los últimos meses, la labor conjunta entre la Policía y la Fiscalía ha permitido la captura de 90 presuntos delincuentes, entre ellos 15 cabecillas de diferentes organizaciones criminales. Esto ha generado una tensión creciente en el sector, ya que las bandas han perdido capacidad operativa debido a las acciones contundentes del Estado. «Creemos que este ataque es una retaliación por los golpes que hemos asestado», afirmó el mandatario local, haciendo énfasis en que las recientes sentencias condenatorias contra los criminales han exacerbado la respuesta violenta de estos grupos.

La detonación en Patio Bonito no solo dejó un saldo de diez heridos, sino que también dañó varias estructuras en el área. Las familias afectadas describieron escenas de terror, donde las ventanas de sus casas fueron destruidas y el temor por nuevos ataques se ha instalado en la cotidianidad de la zona.

Segunda explosión en El Amparo: Un muerto y más destrucción

Horas después de la primera explosión, pasadas las 11:00 p.m., una segunda detonación se produjo a solo diez calles de distancia, en el barrio El Amparo. En esta ocasión, el saldo fue más trágico, ya que se halló el cuerpo sin vida de un hombre que, según las primeras indagaciones, portaba otro explosivo destinado para atacar a las autoridades locales.

El comandante de la Policía en Kennedy confirmó que la explosión fue accidental. «Se nos presenta un lamentable hecho en el que fallece una persona que al parecer llevaba un tipo de explosivo, el cual se le detona accidentalmente». La Policía Judicial y el equipo de Antiexplosivos ya están investigando los detalles de este segundo incidente, mientras que las cámaras de seguridad del sector están siendo analizadas para rastrear los movimientos de la víctima antes del accidente.

Además de la muerte del individuo, tres viviendas del sector resultaron afectadas, principalmente con ventanas rotas y daños en las fachadas. Las familias residentes describen la escena como «aterradora», ya que no se esperaban que el terror de la primera explosión se replicara tan pronto y tan cerca de sus hogares.

¿Qué sigue para la seguridad en Bogotá?

El aumento de la violencia en el sur de Bogotá ha encendido las alarmas de las autoridades. La presencia de bandas organizadas como el Tren de Aragua y Los Caucanos no solo representa una amenaza constante para los residentes, sino también un desafío significativo para las autoridades locales. Carlos Fernando Galán ha reafirmado su compromiso con la lucha contra estas organizaciones criminales, asegurando que continuarán las intervenciones y las capturas de cabecillas, aunque la ciudadanía sigue preguntándose si este tipo de acciones incrementarán el riesgo de nuevos atentados.

Los residentes de Patio Bonito y El Amparo viven ahora con la incertidumbre de lo que vendrá, mientras las autoridades prometen reforzar las medidas de seguridad en la zona. Los habitantes piden más protección y presencia policial, pero también temen que las respuestas violentas de las bandas no terminen pronto. ¿Podrán las autoridades contener el avance de estos grupos sin que las consecuencias afecten aún más a los civiles?


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