Un nuevo hecho de evasión volvió a sacudir al sistema de justicia juvenil en Risaralda. Trece jóvenes, actualmente mayores de edad, escaparon del centro de reeducación Marceliano Ossa, ubicado en Pereira, tras intimidar a dos tutores y apoderarse de las llaves de seguridad. Los jóvenes, quienes permanecían en un patio especial por haber cumplido la mayoría de edad durante su reclusión, usaron la fuerza para salir de las instalaciones, aunque no causaron daños estructurales ni lesiones graves.
La situación, según el secretario de Gobierno Departamental, Israel Londoño, reviste especial gravedad por tratarse del mismo grupo que se fugó en marzo pasado, cuando al menos 20 adolescentes huyeron de ese mismo centro. Esta vez, sin embargo, los fugados no causaron destrozos en los talleres, aunque se presume que podrían estar refugiados en zonas rurales cercanas a Cerritos.
Autoridades alertan sobre reincidencia y falta de infraestructura
El hecho ha reavivado los cuestionamientos sobre la debilidad del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) en el departamento. Londoño explicó que si bien existe un patio especial para mayores de edad, la infraestructura actual no ofrece las garantías necesarias para evitar incidentes de esta magnitud.
Un juzgado exhortó recientemente al Comité Departamental del SRPA, liderado por la Secretaría de Gobierno, para que se adoptaran medidas inmediatas de seguridad, incluyendo la evaluación de obras externas y refuerzos estructurales en el Creeme. Sin embargo, hasta el momento no se han materializado acciones efectivas.
El secretario fue enfático al reconocer las dificultades administrativas: “Sabemos que los procesos de contratación estatal son lentos, pero estamos en conversaciones con la directora regional del ICBF, María Nidia, y con el operador del centro para analizar cómo se puede fortalecer la seguridad”. Londoño también señaló que aún no ha recibido el informe técnico sobre obras en infraestructura que debía presentar la Dirección de Infraestructura del departamento.
Riesgos persistentes y promesas sin cumplir
La fuga del pasado 28 de marzo motivó al gobernador Juan Diego Patiño a convocar de urgencia el Comité Departamental del SRPA, donde se anunció una inversión de \$100 millones para mejorar las condiciones de seguridad del centro. Además, se habló de la necesidad de contar con presencia policial permanente en las afueras del Marceliano Ossa. Pese a estas declaraciones, la fuga reciente pone en evidencia que las medidas no se implementaron oportunamente.
El panorama actual es preocupante: los 13 jóvenes que escaparon esta vez ya tienen historial de evasión y, por tanto, podrían representar un riesgo para la comunidad. La falta de reacción efectiva desde marzo hasta ahora evidencia una grave desconexión entre las decisiones del gobierno departamental y su ejecución real.
La Policía Metropolitana de Pereira ha desplegado operativos en las inmediaciones del corregimiento de Cerritos, aunque hasta el momento no se ha reportado la recaptura de ninguno de los fugitivos. Se teme que el grupo pueda dispersarse o incluso reincidir en actividades delictivas, aprovechando la falta de seguimiento institucional.