Rodeado de verdes montañas, el corregimiento de La Bella fue testigo del cierre de un ciclo que deja huella en el corazón del campo risaraldense. Hasta esta zona rural del municipio de Pereira llegó el gobernador Juan Diego Patiño Ochoa para entregar los últimos kits del proyecto “Fortalecimiento de los sistemas productivos agropecuarios y agroindustriales”, una iniciativa que ha invertido más de 6 mil millones de pesos en todo el departamento.
La jornada reunió a 118 productores y productoras que recibieron insumos agrícolas, equipos de trabajo y acompañamiento técnico. Además, se realizó una jornada veterinaria con desparasitación, vitaminización, entrega de concentrados y chequeos médicos para animales, reforzando la integralidad del proyecto.
“120 asociaciones campesinas, más de 3.500 familias beneficiadas con este proyecto en distintas líneas agropecuarias. Cerramos un capítulo importante, pero se abre la puerta a nuevas inversiones que seguirán impactando el campo de Risaralda”, aseguró el gobernador Juan Diego Patiño Ochoa.
Para los habitantes de La Bella, esta entrega fue más que una ayuda; fue una muestra de respaldo a quienes diariamente trabajan la tierra. Claudia Milena Cárdenas, presidenta de la Junta de Acción Comunal del sector La Mina, expresó con emoción: “Aprovecho para agradecer inmensamente ese sentir campesino de nuestro gobernador. Estas entregas mejoran la calidad de vida de nuestros campesinos. Es el único gobernador que, aparte de joven, se interesa por el campo”.
Fernando Ocampo, productor beneficiado, compartió su experiencia con gratitud: “Es una bendición para nosotros. Ahora tenemos maquinaria y elementos que nos ayudarán a mejorar nuestras fincas. Estas fumigadoras eléctricas nos permitirán trabajar de forma más rápida y eficiente”.
Desde la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, el secretario Juan Carlos Toro destacó: “Seguimos cumpliendo con lo prometido. Hoy cerramos este gran proyecto y nos alistamos para ejecutar uno nuevo por 9.500 millones de pesos que fortalecerá aún más la caficultura risaraldense”.
Este proyecto no es solo una entrega de maquinaria, es una oportunidad para crecer y dignificar el trabajo del caficultor. Vamos a seguir perfeccionando la calidad desde la finca hasta la taza.
Así concluye un esfuerzo que recorrió cada rincón del territorio, sembrando oportunidades, impulsando la productividad y recordando que el desarrollo de Risaralda empieza en el campo.
Con información de la oficina de prensa de la Gobernación de Risaralda.