Sólo mayores de 40 años recordarán que NO había fiscalía. Antes de la Constitución de 1991, las funciones de acusación y juzgamiento las tenía el juez. Con la fiscalía se buscó otorgar la función de investigar a un estamento diferente ([i]) ¿Fue mejor o peor? Que alguien con datos compare. Lo cierto es que tenemos un nivel de impunidad de 2,5 sobre 5, confrontado con el resto del planeta ([ii]) Eso de que algo va «muy» mal, o «súper» bien, es para ingenuos.
Más allá del compromiso de miles de funcionarios, “el jefe” ha sido, en general, VERGONZOSO. Y lo ha sido porque se convirtió en parte del festín clientelizado y corrompido que es casi todo nuestro estado. El DESASTROSO modelo de elección hace que todo Fiscal General deba recibir el aval del símbolo de ese estado: el Presidente de la República, y sea elegido luego de un lobby denigrante, para presuntamente ofrecer cargos, contratos, etcétera ([iii]) . Ha habido desde un fiscal anticorrupción, corrupto, cuota de magistrado corrupto; magistrados que se pasearon por la corte (y la fiscalía) como Ricaurte (desde 2004) Tarquino (2004) Bustos (2008) Malo (2012), llegaron a presidirla y eran delincuentes ([iv]) ; hasta excepciones positivas como la denuncia del magistrado Osorio en 2010 ([v])
Baste con recordar que el eminente miembro de la roscocracia judicial, el PROBADO corrupto Pretelt, hizo parte de la terna que presentó AUV en 2005, para reemplazar el tenebroso Osorio: Fiscal general de las épocas en que se PROBÓ buena parte del DAS estaba al servicio del paramilitarismo ¿Sólo del DAS? Luego vino la vergüenza del 2009 al 2012: 3 o 4 ternas. La corte era espiada desde Presidencia. Fue ternado el ministro de defensa que impulsó el decreto de los falsos positivos: Camilo Ospina. En fin, la tapa fueron los dos últimos fiscales generales. Ninguno penalista. Uno al servicio de poderes económicos y otro al de políticos. Ambos avergüenzan el deber ser de la fiscalía. Y con ello al país.
Para rescatar esa dignidad, perdida, se ha presentado a Luz Adriana Camargo, fiscal, consultora de la CIDH, creadora de estándares de transparencia, jefa del departamento de investigación y litigio en la Cicig, en Guatemala, fue parte del equipo jurídico que desarticuló la maraña político-mafiosa que ahogaba a los ciudadanos de ese país. Ángela María Buitrago, profesora, penalista, formadora de fiscales, perito ante la CorteIDH, investigadora de la matanza de Ayotzinapa en México. A un gran costo, desnudó las atrocidades cometidas por los militares en la retoma del Palacio de Justicia y los lazos con el paramilitarismo de un gobernador y un senador. Amelia Pérez, jueza, fiscal, estuvo al frente de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía …(@mtronderos) valiosa terna de PENALISTAS sometida, presumiblemente, al carrusel de “ofrecimientos” o de “ideologías”. Absurdo. Hasta la Corte Interamericana, le pregunta a los “honorables” ¿por qué la demora?
Y para empeorar, un Presidente de la República que convoca marchas para exigir que se elija un fiscal general y, cual Mesías, pretende controlar lo que suceda con las masas que enardece, infiltradas o no. Nuevamente el populista que habita dentro de Petro, le gana ¡al estadista que presentó la terna! Y, como con todo populista de izquierda o de derecha en el mundo, con su irresponsabilidad: perdemos.
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[i] https://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/iusta/article/view/2987/2854
[ii] https://www.kofiannanfoundation.org/articles/atlas-of-impunity/
[iii] https://razonpublica.com/los-problemas-la-eleccion-del-fiscal-general-mas-alla-barbosa/
[iv] https://reduva.org/wp-content/uploads/2021/03/Lupa-Cartel-de-la-Toga.pdf