El pasado primero de noviembre, el corregimiento de Villa Claret, municipio de Pueblo Rico, celebró sus tradicionales fiestas patronales, una jornada cargada de alegría, integración familiar y profundo sentido comunitario. En medio de juegos, música y actividades recreativas, la educación ambiental se convirtió en protagonista, sembrando conciencia y compromiso por la vida silvestre que habita en la región.
Gracias al apoyo articulado entre el equipo de Fauna Silvestre y el Programa de Educación Ambiental de la CARDER, junto a la organización WCS y líderes locales, se desarrollaron dinámicas lúdicas y pedagógicas que permitieron a niños, jóvenes y adultos reconocer el valor de la biodiversidad presente en su territorio.
Guardianes del equilibrio ecológico:
A través de actividades participativas, se resaltó la importancia de especies emblemáticas como el puma (Puma concolor), los murciélagos y la ranita roja (Oophaga histrionica), destacando su papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas. Estos encuentros no solo promovieron el conocimiento científico, sino también el respeto profundo por la vida silvestre y la urgencia de su conservación.
Cuchilla del San Juan: un aula viva de aprendizaje:
Uno de los ejes centrales fue el reconocimiento del área protegida Cuchilla del San Juan, un santuario de biodiversidad que guarda especies únicas y funciones ecológicas vitales. Se abordó su valor como patrimonio natural y espacio de aprendizaje, fortaleciendo el vínculo entre la comunidad y su entorno.
Educación ambiental con sentido de pertenencia:
La integración entre la educación ambiental y las tradiciones culturales permitió fortalecer el sentido de pertenencia, el respeto por la naturaleza y el compromiso colectivo con la protección de las especies que habitan el territorio. Esta experiencia reafirma que la conservación nace del territorio, de su historia, sus saberes y la conexión profunda que nos une con la tierra y sus habitantes.

