El guardameta del Esteghlal de Teherán, Hossein Hosseini, ha sido suspendido y multado con 4.400 euros después de protagonizar un escándalo en el fútbol iraní al abrazar ligeramente a una aficionada después del partido. Este gesto, considerado como «mal comportamiento” para los agentes de seguridad del partido, desató la polémica en un país donde la República Islámica prohíbe que los hombres toquen a mujeres fuera del círculo familiar.

El incidente ocurrió después de un encuentro entre el Esteghlal de Teherán y el Aluminium Arak, cuando una aficionada logró burlar la seguridad y saltó al campo de juego con el hiyab caído. Hosseini intentó calmarla con un pequeño abrazo, pero las autoridades deportivas reaccionaron rápidamente llevándolo hacia los vestuarios. La Federación Iraní de Fútbol tomó medidas disciplinarias contra el portero, suspendiéndolo y multándolo por su acción considerada inapropiada según los estándares islámicos.

Este incidente recuerda la trágica historia de Sahar Jodayari, la «chica azul», quien se convirtió en símbolo de la lucha de las mujeres iraníes por el derecho a asistir a eventos deportivos. Jodayari perdió la vida en 2019 tras prenderse fuego frente a un tribunal de Teherán en protesta por su posible condena a seis meses de cárcel por intentar asistir a un partido de fútbol. Su muerte desató una conmoción internacional y llevó a la FIFA a intervenir, anunciando medidas para permitir la entrada de mujeres a los estadios en Irán.

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