El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó el jueves 23 de abril de 2024 no reanudar el cese el fuego con el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, ni establecer un diálogo mientras el grupo armado no desmantele sus economías ilícitas. La decisión se produjo en respuesta a la reciente escalada de violencia en el suroeste del país, especialmente en el departamento del Cauca.

El anuncio fue realizado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, después de participar en un Consejo de Seguridad celebrado en Popayán, la capital del Cauca. Velásquez también informó sobre una recompensa de 500 millones de pesos (unos 130.000 dólares) por información que permita la captura de los cabecillas de la facción Jaime Martínez del EMC. Además, se incrementarán los efectivos de seguridad en la región para enfrentar la amenaza del grupo armado.

En un comunicado, la Presidencia señaló que Petro ordenó impactar las finanzas del EMC, enfocándose en sus actividades de narcotráfico y minería ilegal, con el objetivo de debilitar la organización. Esta medida busca frenar la capacidad operativa del grupo y reducir su influencia en la zona.

Para abordar las causas subyacentes del conflicto y promover el desarrollo en el Cauca, se planifican jornadas de trabajo coordinadas por el Departamento Nacional de Planeación, el Departamento de Prosperidad Social y diversos ministerios, incluyendo Agricultura, Salud, Transporte y Educación. Estas jornadas se realizarán junto a los alcaldes del Cauca para desarrollar proyectos de infraestructura, tales como puestos de salud, centros escolares y vías. Una de las principales metas es sustituir más de 15.000 hectáreas de cultivos de coca en el cañón del Micay y el municipio de Argelia, impulsando alternativas económicas para la región.

El presidente, acompañado por el ministro Velásquez y la cúpula militar y de la Policía, se desplazó hasta el municipio de Morales en el Cauca, donde visitó la estación de Policía que fue atacada esta semana por el EMC. Durante el ataque, que se prolongó por aproximadamente dos horas, murieron cuatro personas: dos policías y dos presos que se encontraban en la estación. 

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