El domingo 7 de julio, la Iglesia Cristiana La Unción en Cartagena fue testigo de un evento que ha dejado a toda la congregación asombrada y llena de fe. Durante el culto dominical, un hombre sufrió un paro cardíaco mientras escuchaba la prédica del pastor, causando una alarma inmediata entre los asistentes.

Según los testimonios presenciales, el hombre se desplomó repentinamente, quedando inmóvil y sin signos vitales. En medio del pánico y la preocupación de los feligreses, el pastor Esteban Acosta actuó con rapidez y determinación. Sin dudarlo, se acercó al lugar del incidente y comenzó a orar fervientemente, citando las palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida”.

Lo que ocurrió a continuación dejó a todos los presentes atónitos y llenos de esperanza. En un momento que muchos describen como un milagro, el hombre comenzó a mostrar señales de vida. Primero se movió levemente y luego empezó a respirar nuevamente. Los asistentes, que inicialmente temían lo peor, no tardaron en atribuir el suceso a una intervención divina.

Relatos de los testigos indican que el hombre, que mostraba signos claros de haber fallecido, comenzó a recuperar su color natural y abrió los ojos tras la intervención del pastor Acosta. La atmósfera en la iglesia cambió rápidamente de angustia a júbilo y agradecimiento.

El evento no solo ha impactado a los miembros de la Iglesia Cristiana La Unción, sino que también ha resonado en toda la comunidad de Cartagena, despertando un renovado interés en la fe y el poder de la oración. El pastor Esteban Acosta ha declarado que lo ocurrido es una prueba de la presencia y el poder de Dios, instando a todos a fortalecer su fe y confianza en los milagros.

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