El paro camionero continúa afectando a Colombia, con 22 departamentos golpeados por los bloqueos y el plan ‘tortuga’ implementado por los transportadores. La causa principal de esta movilización es el descontento por el aumento del precio del diésel, una medida que ha intensificado las tensiones entre el Gobierno Nacional y los transportadores. A pesar de varias reuniones y propuestas, el conflicto sigue sin una solución cercana.

El alza del diésel y la respuesta del Gobierno

El origen de la crisis está en el incremento del precio del combustible diésel, que el Gobierno del presidente Gustavo Petro anunció como parte de una estrategia para ajustar el precio a niveles más realistas frente a la inflación. Según datos del Ministerio de Hacienda, el costo del diésel estuvo congelado desde el 1 de enero de 2020, y el aumento implementado el pasado 31 de agosto dejó el precio del galón en 11.360 pesos (2,73 dólares). Si se considerara la inflación acumulada, el valor debería rondar los 13.200 pesos (3,18 dólares).

El Gobierno propuso aumentos graduales en tres fases semestrales de 2.000 pesos cada una, con el objetivo de llegar a un precio más acorde con el mercado internacional. Sin embargo, los transportadores rechazan esta fórmula. En lugar de los 1.900 pesos de incremento propuestos, exigen que el ajuste sea de solo 200 pesos, alcanzando un total de 800 pesos al mes de diciembre.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anticipó que esta decisión sería «impopular», pero insistió en que el país debía enfrentar la realidad económica. “Hay una inflación imaginaria que sólo se puede resolver con el mundo real”, manifestó Bonilla el pasado 20 de agosto, una declaración que aumentó la frustración en el gremio camionero.

Los bloqueos se extienden por todo el país

Los efectos del paro camionero se sienten en todo el país, especialmente en Barranquilla, donde la noche del miércoles la calle 17 y el bulevar de Simón Bolívar fueron bloqueados por varios conductores. Este bloqueo siguió a un plan ‘tortuga’ que los transportadores realizaron en la Circunvalar, donde redujeron drásticamente la velocidad de sus vehículos hasta concentrarse en el suroriente de la ciudad.

Este tipo de bloqueos ha generado caos en la movilidad y afectaciones para los ciudadanos, como el desvío de buses y la interrupción del transporte público, obligando a muchos pasajeros a caminar largas distancias para llegar a sus destinos.

A nivel nacional, el impacto de estos bloqueos se expande a más sectores. Cada día más gremios y comunidades se adhieren al paro, intensificando la presión sobre el Gobierno. Hasta ahora, las medidas de las autoridades no han sido suficientes para destrabar el conflicto. El paro camionero no solo afecta el transporte de mercancías, sino también la distribución de alimentos y productos esenciales, lo que podría derivar en una crisis económica si no se llega a un acuerdo pronto.

Diálogo sin avances y endurecimiento de la protesta

A pesar de los múltiples intentos de diálogo entre el Gobierno y los líderes del paro, la situación no ha mejorado. Este miércoles, la ministra de Transporte, María Constanza García, indicó que están dispuestos a continuar las conversaciones. “El Gobierno Nacional ha ido avanzando, ha ido presentando las propuestas, y esperamos que el día de mañana, con voluntad también de los líderes camioneros, podamos retomar”, declaró la funcionaria.

Sin embargo, los transportadores no están dispuestos a ceder en sus demandas. La falta de un acuerdo hasta el momento ha generado un endurecimiento de la protesta, con más camioneros uniéndose a los bloqueos y al plan ‘tortuga’ en varias regiones del país. Los líderes del paro insisten en que los aumentos deben ser menores y más graduales, para evitar que el impacto en sus costos de operación sea tan significativo.

El pasado 24 de junio, el Gobierno publicó el decreto 763, que regula el precio del diésel para grandes consumidores, como empresas petroleras, mineras y cementeras, pero no para estaciones de servicio ni distribuidores minoristas. Este decreto ha sido visto con recelo por los transportadores, quienes consideran que sus necesidades no han sido debidamente atendidas.

¿Hacia dónde va el paro camionero?

La falta de avances en las negociaciones ha dejado en el aire la posibilidad de una pronta solución al conflicto. Mientras el Gobierno intenta mantener su propuesta de aumentos graduales y controlados, los transportadores parecen cada vez más firmes en su postura de exigir un alza más moderada.

El impacto del paro camionero podría empeorar en los próximos días si no se logra llegar a un acuerdo. La situación es crítica, pues el transporte de mercancías es vital para la economía colombiana, y una prolongación del paro afectaría no solo a las empresas, sino también a los consumidores, quienes podrían enfrentar desabastecimiento y un aumento en los precios de los productos.

¿Qué desenlace tendrá este conflicto? Si bien el Gobierno ha mostrado disposición para continuar el diálogo, la firmeza de los transportadores indica que aún queda un largo camino por recorrer antes de que se levanten los bloqueos. Lo que está en juego no es solo el precio del diésel, sino también la estabilidad económica de miles de trabajadores y la continuidad de sectores clave del país.

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