Este martes, una serie de lluvias torrenciales ha dejado una estela de devastación en la región este de Medio Oriente, particularmente en las zonas del Golfo Pérsico y el Golfo de Omán. Los países más afectados por este fenómeno meteorológico fueron Emiratos Árabes Unidos y Omán, donde las ciudades de Dubai y Abu Dhabi se vieron sumergidas bajo las aguas, desafiando su reputación de modernidad y prosperidad.
Las impactantes imágenes que circulan en redes sociales muestran cómo algunos de los lugares más emblemáticos y modernos del mundo se convirtieron en escenarios de inundaciones repentinas. Coches circulando en medio del agua con maniobras arriesgadas y personas caminando con el agua por encima de las rodillas son escenas que reflejan la magnitud del caos causado por las lluvias.
El Aeropuerto Internacional de Dubai también sufrió las consecuencias de este fenómeno climático, con al menos 17 operaciones programadas interrumpidas debido a las malas condiciones del tiempo y las inundaciones que afectaron las instalaciones del aeropuerto.
Según las estimaciones iniciales, durante la mañana se registraron más de 30 milímetros de lluvia en Dubái, y se esperaba que la cifra aumentara a hasta 128 mm para el conjunto del día. Sin embargo, fue Omán quien padeció las peores consecuencias, con al menos 18 personas muertas a causa de los intensos aguaceros caídos en los últimos días.
Entre las víctimas se encuentran aproximadamente 10 escolares, quienes fueron arrastrados en un vehículo junto a un adulto, según informó el Comité Nacional de Gestión de Emergencias del sultanato ubicado en el extremo suroriental de la península.