El 7 de octubre de 2024, el mundo conmemora un año de la intensificación del conflicto árabe-israelí, un episodio trágico que comenzó cuando el grupo terrorista Hamás perpetró un ataque brutal contra asistentes al festival de música electrónica Tribe of Nova, celebrado en el desierto del Negev, en el sur de Israel. El ataque dejó cientos de víctimas mortales, lo que llevó a Israel a responder con una serie de arremetidas violentas en la Franja de Gaza, dirigidas a neutralizar a los responsables del acto terrorista.

Este conflicto, que ha sacudido al Medio Oriente por décadas, adquirió una nueva dimensión a partir de aquel ataque, intensificando las tensiones globales y profundizando las divisiones entre las posiciones que apoyan a Israel y aquellas que respaldan a Palestina. En este contexto, Colombia no ha sido ajena a las repercusiones del conflicto, como se evidenció en las recientes movilizaciones pacíficas que, lamentablemente, derivaron en actos de violencia en Bogotá.

Movilizaciones en Colombia en apoyo a Israel y Palestina

Decenas de colombianos salieron a las calles de la capital del país en una muestra de solidaridad tanto con Israel como con Palestina. Las manifestaciones pacíficas, que se llevaron a cabo en distintos puntos de la ciudad, reflejaron el sentir de muchos ciudadanos que rechazan la violencia y buscan una solución al conflicto en el Medio Oriente. Sin embargo, en horas de la tarde, la situación se tornó violenta en las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos, ubicada en el barrio de Quinta Paredes, en Bogotá.

A este punto llegaron varios manifestantes que abogan por la creación de un Estado Palestino, para expresar su rechazo a la violencia que ha marcado este conflicto y a las acciones del gobierno de los Estados Unidos, que bajo la administración de Joe Biden ha brindado un respaldo significativo a Israel. Si bien la movilización comenzó de manera pacífica, algunos grupos de encapuchados se sumaron a la protesta, desencadenando actos violentos que pusieron en peligro la seguridad de la sede diplomática.

Violencia frente a la embajada y el despliegue policial

Los encapuchados que se infiltraron en la manifestación comenzaron a vandalizar las rejas de la embajada y a realizar actos que comprometieron la seguridad del personal diplomático y la integridad de las instalaciones. Según los videos que circulan en redes sociales, se puede ver a más de 200 manifestantes intentando ingresar al recinto diplomático, usando la fuerza para romper las barreras de seguridad y enfrentándose a la Policía de Bogotá, que desplegó a la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo) para contener la situación.

La tarea de controlar a los manifestantes violentos no fue fácil para las autoridades. Estos no solo vandalizaron la fachada de uno de los parqueaderos de la embajada, sino que también encendieron fogatas en las que amenazaron con prender fuego al edificio. En medio de esta confrontación, algunos manifestantes quemaron banderas de Estados Unidos, coreando consignas en apoyo al pueblo palestino y acusando a Israel de perpetuar la guerra en Medio Oriente.

El conflicto global y la tensión diplomática en Colombia

La protesta violenta frente a la embajada de Estados Unidos en Bogotá pone de manifiesto la complejidad del conflicto árabe-israelí y su impacto más allá de las fronteras del Medio Oriente. El respaldo de Estados Unidos a Israel ha sido un factor clave en la diplomacia global y, como lo demuestran los eventos en la capital colombiana, también ha generado tensiones en países como Colombia, donde las posturas a favor de Palestina y en contra de la política exterior de Estados Unidos se han hecho sentir con fuerza.

Los manifestantes, muchos de ellos pacíficos, pidieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que tomen medidas para llegar a una resolución clara del conflicto. Las consignas incluyeron llamados a imponer sanciones contra Israel y sus aliados por lo que califican como un «genocidio en Palestina», en referencia a las víctimas civiles que han sufrido las consecuencias del conflicto en Gaza.

Un año después: ¿Cuál es el futuro del conflicto?

A un año del ataque inicial de Hamás y la escalada de violencia en Gaza, el futuro del conflicto árabe-israelí sigue siendo incierto. Aunque algunos países han intentado mediar para alcanzar un alto al fuego y promover el diálogo entre las partes, las profundas divisiones y los intereses geopolíticos complican la posibilidad de una solución duradera. Las manifestaciones como las ocurridas en Bogotá muestran que el conflicto no solo afecta a quienes viven en Israel y Palestina, sino que también moviliza a comunidades en todo el mundo que exigen paz y justicia.

La pregunta ahora es si la comunidad internacional, incluidas organizaciones como la ONU y la OTAN, podrán ejercer suficiente presión para lograr una resolución diplomática que ponga fin a décadas de violencia. ¿Será posible alcanzar una solución que respete los derechos de ambas partes y ponga fin al ciclo de retaliaciones? Mientras tanto, las tensiones en lugares como Bogotá evidencian que este conflicto está lejos de ser un asunto exclusivamente regional.


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