Pepe llegó al hogar de paso de la CARDER tras ser rescatado de un circo donde pasó una gran parte de su vida. Como consecuencia de su cautiverio, sufrió un proceso de humanización que afectó su comportamiento natural, dificultando su reintegración plena a la vida silvestre. A pesar de los esfuerzos del equipo de fauna de la CARDER, quienes le brindaron el máximo cuidado y rehabilitación posible, Pepe nunca logró recuperar las habilidades necesarias para sobrevivir completamente en libertad.
Gracias a un esfuerzo conjunto entre la CARDER y otras autoridades ambientales, Pepe viaja hacia el Caquetá, donde tendrá un espacio en semilibertad dentro de su hábitat natural. Este sitio de conservación le permitirá vivir en condiciones más naturales, interactuar con su entorno y con otros ejemplares de su especie, lo que representa una oportunidad invaluable de reconexión con su hábitat.
La historia de Pepe subraya la necesidad urgente de prevenir el tráfico ilegal de fauna silvestre. El mono araña mulato, una especie en peligro crítico de extinción, es un ejemplo emblemático de la fauna colombiana que enfrenta serias amenazas por la caza y el comercio ilegal. Este primate, nativo de los bosques húmedos de Colombia y Venezuela, cumple un rol crucial en la dispersión de semillas, contribuyendo así a la regeneración de los ecosistemas forestales. Sin embargo, su población ha disminuido drásticamente debido a la pérdida de hábitat y al tráfico ilegal, que no solo afecta a los individuos capturados, sino a las poblaciones enteras, al alterar sus patrones de reproducción y supervivencia.
Desde la CARDER, hacemos un llamado a la ciudadanía a reportar cualquier caso de tráfico de fauna y a rechazar la tenencia de especies silvestres como mascotas.
Como Pepe, muchos animales sufren las consecuencias de la captura y el cautiverio, privándolos de una vida en su entorno natural y amenazando la biodiversidad de nuestro país.
Con información de la oficina de prensa de la CARDER