En un movimiento que ha desatado una tormenta política, el Gobierno Petro ha puesto en marcha la reforma a la salud en Colombia mediante la expedición del Decreto 0858 de 2025, sin esperar el aval del Congreso. La medida, firmada por el Ministerio de Salud, reorganiza el sistema sanitario colombiano alrededor de redes integradas de atención territorial y refuerza el modelo de atención primaria en salud, pilares de la iniciativa legislativa que aún sigue en trámite.

El decreto oficializa la creación de «Servicios Regionales de Salud», agrupados en 13 regiones, con el propósito de mejorar la accesibilidad y pertinencia de los servicios. La implementación de esta normativa se ha interpretado en sectores legislativos y jurídicos como una vía alterna —y polémica— para avanzar en los cambios estructurales propuestos por el Ejecutivo, que hasta ahora no han superado el debate parlamentario.

Una medida cuestionada desde lo legal y lo político

La expedición del decreto ha sido criticada por diversos sectores, incluyendo líderes del Congreso, expertos constitucionalistas y asociaciones médicas. Desde el Congreso, voces como las del representante Andrés Forero advirtieron que el Gobierno está incurriendo en una extralimitación de funciones. «El decreto no puede reemplazar el control político y legislativo que ejerce el Congreso sobre una transformación tan profunda como la reforma a la salud en Colombia«, manifestó el parlamentario en medios nacionales.

En términos jurídicos, la polémica se centra en si el Gobierno Petro tiene competencias para implementar un modelo de atención territorial sin una ley marco que respalde su ejecución. Aunque el Ministerio de Salud ha justificado la decisión como un ajuste técnico dentro de sus atribuciones, analistas consideran que el decreto busca anticiparse al fracaso legislativo de la reforma, lo que podría configurar un riesgo institucional.

Desde el Ministerio, la narrativa apunta a que el Decreto 0858 de 2025 permite avanzar en la reorganización del sistema sin esperar indefinidamente la aprobación del proyecto de ley en el Congreso. Sin embargo, la falta de consenso y el escenario polarizado hacen prever demandas judiciales e incluso posibles medidas cautelares que frenen su aplicación.

¿Qué cambia en el modelo de salud?

El corazón de la reforma implementada por decreto es el fortalecimiento del enfoque de atención primaria, con una red de centros de salud de bajo nivel y equipos comunitarios que funcionen como primera línea de atención. Esto busca reducir la presión sobre hospitales de alta complejidad y asegurar una respuesta temprana a las necesidades de la población.

Además, se establecen 13 regiones de salud, divididas por criterios geográficos y de carga de enfermedad, las cuales tendrán autonomía para planificar e integrar la red pública y privada. Estas regiones serán coordinadas por las Direcciones Departamentales de Salud, lo que refuerza un esquema descentralizado.

El decreto también menciona el fortalecimiento de la infraestructura, el talento humano en salud y mecanismos de coordinación interinstitucional. Todo esto se perfila como parte de una estrategia para dar respuesta a lo que el Gobierno ha calificado como una crisis del sistema de salud, marcada por deudas acumuladas, barreras de acceso y concentración de servicios en grandes ciudades.

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