El hallazgo de lo que podría ser una biofirma en la atmósfera de una enana marrón ha generado un intenso debate en la comunidad científica internacional. El descubrimiento, revelado el 3 de octubre de 2025, plantea nuevas preguntas sobre los límites de la habitabilidad en el universo y los criterios que utilizan los astrónomos para identificar señales de vida en entornos extremos
Un hallazgo inesperado: fosfina en una enana marrón
un equipo de investigadores, dirigido por Adam Burgasser, profesor de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de California en San Diego, ha informado de la detección de fosfina en la atmósfera de una antigua enana marrón fría llamada Wolf 1130C. Su trabajo se publica en Science.
Se anunció la detección de fosfina, un gas que en la Tierra suele asociarse a procesos biológicos en organismos que no utilizan oxígeno, conocidos como anaerobios, y que aparece en la atmósfera de una enana marrón conocida como Wolf 1130C.
La noticia sorprendió a la comunidad astronómica porque estos objetos, conocidos como “estrellas fallidas”, no tienen las condiciones clásicas que se consideran necesarias para la vida. Las enanas marrones no generan la fusión nuclear de hidrógeno estable como las estrellas, pero tampoco son planetas, estos cuerpos se forman a partir del colapso de nubes de gas, situándose en un terreno intermedio que las vuelve fascinantes para el estudio. Como pasa con Júpiter y Saturno los cientificos afirman que no es posible que haya vida en ellas, ni siquiera en sus nubes gracias a sus condiciones extremas.
Con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb, el primer telescopio con la sensibilidad necesaria para observar estos objetos celestes en detalle, se lograron encontrar ratros de fosfina en la atmósfera de la enana marrón «Wolf 1130C», ubicada a 54 años luz de la Tierra, en dirección a la constelación del Cisne.
Wolf 1130C tiene un diámetro casi igual al de Júpiter, pero presenta una densidad entre 30 y 70 veces mayor.

Esquema del sistema triple Wolf 1130ABC, compuesto por la estrella enana roja Wolf 1130A, su compañera enana blanca cercana y compacta Wolf 1130B, y la enana marrón terciaria distante Wolf 1130C. Los tres componentes de este sistema se muestran escalados a sus tamaños relativos. (Cr.: Adam Burgasser)
La paradoja de la fosfina y la vida extraterrestre
El fósforo es uno de los seis elementos clave necesarios para la vida en la Tierra. Al combinarse con hidrógeno, el fósforo forma la molécula fosfina (PH3), un gas explosivo y altamente tóxico.
En las atmósferas ricas en hidrógeno de planetas gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno, la fosfina se forma de forma natural. Gracias a ello, los científicos llevan tiempo prediciendo que la fosfina debería estar presente en las atmósferas de los gigantes gaseosos que orbitan otras estrellas y en sus primos más masivos, las enanas marrones o también estrellas fallidas. Sin embargo, la fosfina ha eludido en gran medida la detección, incluso en observaciones previas del JWST.
el coautor Sam Beiler, graduado de la Universidad de Toledo y actual investigador postdoctoral en el Trinity College de Dublín afirmó. «Antes del JWST, se esperaba que la fosfina fuera abundante en las atmósferas de exoplanetas y enanas marrones, siguiendo predicciones teóricas basadas en la mezcla turbulenta que sabemos que existe en estas fuentes»

Fosfina – EuroLab
Wolf 1130C ha sido una fuente importante para los astrónomos de enanas marrones debido a su baja abundancia de «metales» como el hidrógeno y el helio en comparación con el Sol, esta misma razón puede ser una posile respuesta a la pregunta de la comunidad cientifica, «¿Por qué hay fosfina presente en la atmósfera de esta enana marrón y no en otras?» ya que la baja abundancia de metales en la atmósfera de Wolf1130C podría alterar su composición química subyacente.
«Es posible que, en condiciones normales, el fósforo esté ligado a otra molécula, como el trióxido de fósforo», explicó Beiler. «En la atmósfera pobre en metales de Wolf 1130C, no hay suficiente oxígeno para absorber el fósforo, lo que permite la formación de fosfina a partir del abundante hidrógeno».
El equipo espera explorar esta posibilidad con nuevas observaciones del JWST que buscarán fosfina en las atmósferas de otras enanas marrones pobres en metales
Expertos señalan que la fosfina también puede originarse a través de procesos químicos abióticos bajo condiciones extremas de presión y temperatura, como las que caracterizan a las enanas marrones. Esto significa que su presencia, lejos de ser una confirmación de vida, podría convertirse en una advertencia sobre los riesgos de sobrerinterpretar los datos.
La fosfina ha sido considerada por algunos astrobiólogos como un biomarcador potencial, ya que en la Tierra su producción está vinculada a organismos anaerobios. Sin embargo, la detección de este gas en entornos donde la vida es extremadamente improbable obliga a replantear su utilidad como señal inequívoca de vida.
La controversia sobre la presencia de fosfina en planetas gaseosos incide de forma directa en la hipótesis que plantea que las nubes ácidas de Venus podrían albergar formas de vida inusuales. Esta conjetura se apoya en la premisa de que dicha molécula está presente en la atmósfera venusina. El hallazgo de fosfina en una enana marrón sugiere que, aún si hubiera fosfina en Venus, podría deberse a otra causa de origen químico o físico distinta.
Implicaciones para la búsqueda de vida en el universo
El descubrimiento tiene profundas consecuencias para la forma en que los científicos diseñan estrategias de búsqueda de vida extraterrestre. Hasta ahora, gran parte de la atención se había centrado en exoplanetas situados en la llamada “zona habitable” de sus estrellas, donde el agua líquida podría existir en la superficie. Sin embargo, la detección de posibles biofirmas en entornos inusuales como una enana marrón sugiere que la vida, o al menos las señales químicas que la imitan, pueden manifestarse en lugares mucho más diversos de lo esperado.
Este hallazgo también reaviva el debate sobre qué significa realmente “habitabilidad”. ¿Es suficiente detectar gases como oxígeno, metano o fosfina para afirmar la existencia de vida, o se necesitan múltiples líneas de evidencia que descarten explicaciones puramente químicas? La respuesta a esta pregunta determinará el rumbo de futuras misiones espaciales y la interpretación de sus datos.
Escenarios futuros y la necesidad de cautela
Aunque el descubrimiento es emocionante, los investigadores piden cautela. La historia reciente recuerda cómo la supuesta detección de fosfina en Venus en 2020 generó una enorme expectación mediática, pero posteriores análisis cuestionaron la robustez de los datos y ofrecieron explicaciones alternativas. El caso de la enana marrón podría seguir un camino similar si futuros estudios confirman que la fosfina detectada tiene un origen puramente abiótico.
En este sentido, algunos astrónomos plantean que la verdadera enseñanza de este hallazgo no es tanto la posibilidad de vida en una enana marrón, sino la advertencia de que las biofirmas son ambiguas y requieren un marco de análisis mucho más riguroso. La ciencia avanza precisamente en ese proceso de refinamiento y autocrítica.
¿Qué significa esto para la búsqueda de vida?
El hallazgo obliga a replantear la forma en que interpretamos los biomarcadores en el universo. Si moléculas como la fosfina pueden aparecer en lugares donde no hay condiciones para la vida tal como la conocemos, los científicos tendrán que buscar combinaciones de señales más complejas y consistentes antes de anunciar posibles hallazgos de vida extraterrestre.
La pregunta que queda abierta es si estamos realmente preparados para identificar la vida más allá de la Tierra o si, como advierten algunos expertos, aún nos falta un marco conceptual más sólido para no caer en falsas alarmas.
Lo cierto es que este tipo de descubrimientos, aunque ambiguos, mantienen viva la curiosidad humana y nos recuerdan que con el universo nada es seguro. La posible biofirma en una enana marrón es un recordatorio de lo mucho que desconocemos y de lo apasionante que es la búsqueda de vida en el cosmos.