El debate final sobre la reforma laboral en el Senado colombiano terminó en un fuerte enfrentamiento entre las senadoras Angélica Lozano (Alianza Verde) e Isabel Zuleta (Pacto Histórico). Lo que debía ser una sesión legislativa crucial para definir el rumbo de los derechos laborales en el país, se transformó en una escena de confrontación política que expone las tensiones internas entre bancadas aliadas al Gobierno.

La controversia se desató cuando Lozano acusó públicamente a Zuleta de haber “chuzado” sus conversaciones privadas. El término, comúnmente usado para referirse a interceptaciones ilegales, fue tomado con tal gravedad que la senadora del Pacto Histórico respondió con una amenaza directa: “Nos vemos en la Corte”. El ambiente, ya caldeado por la polarización ideológica, escaló rápidamente ante la mirada atónita de los demás congresistas y la opinión pública.

¿Qué pasó exactamente durante la sesión?

El incidente ocurrió en la etapa final del debate, cuando faltaban solo siete artículos para concluir la votación de la reforma laboral. Durante su intervención, Angélica Lozano expresó su descontento con los señalamientos de Zuleta sobre la actuación de la oposición y la supuesta dilación del proceso. Fue entonces cuando lanzó la acusación de que sus comunicaciones habían sido intervenidas de manera indebida.

“Isabel Zuleta me leyó un chat privado, un mensaje de WhatsApp”, declaró Lozano, visiblemente molesta. Aunque no presentó pruebas concretas durante la sesión, sus palabras generaron un inmediato revuelo. La senadora Zuleta no tardó en responder, negando rotundamente las acusaciones y desafiando a su colega a acudir a las instancias judiciales competentes.

En medio del cruce de palabras, la sesión fue suspendida brevemente para restablecer el orden. Sin embargo, el debate ya había sido desplazado por un escándalo que pone en entredicho no solo la ética política, sino también la privacidad y el respeto institucional entre legisladores.

El contexto de una reforma clave y una disputa política profunda

El proyecto de reforma laboral que se discute actualmente en el Congreso ha sido una de las apuestas más ambiciosas del gobierno del presidente Gustavo Petro. Con ella se busca mejorar las condiciones de los trabajadores, fortalecer los derechos sindicales y reducir la informalidad, temas que han sido bandera del Pacto Histórico.

Pero este enfrentamiento entre Lozano y Zuleta, ambas integrantes de bancadas afines al gobierno aunque con diferencias estratégicas, revela un profundo malestar dentro de la coalición. La división interna parece haberse acentuado con el avance de la agenda legislativa, donde no todos los sectores progresistas coinciden en el ritmo ni en el contenido de las reformas propuestas.

Además, el uso de acusaciones como las “chuzadas” remite a épocas oscuras de la política colombiana, en las que el espionaje ilegal fue utilizado como arma de presión y persecución. Por ello, el señalamiento no puede tomarse a la ligera, especialmente en un espacio como el Senado, donde se espera altura en el debate y respeto por la legalidad.

¿Qué consecuencias podría tener esta acusación?

Más allá del impacto inmediato en la dinámica del Congreso, esta confrontación podría tener efectos jurídicos y políticos de largo alcance. Si Angélica Lozano decide formalizar su denuncia, se abriría una investigación que podría salpicar a figuras del Pacto Histórico y agravar las tensiones al interior del bloque oficialista.

Por su parte, Isabel Zuleta podría recurrir a la justicia por calumnia o injuria, si considera que las declaraciones de su colega han afectado su reputación sin fundamento. Este tipo de choques, aunque no nuevos en el escenario político colombiano, resultan especialmente delicados cuando ocurren en el marco de una reforma estratégica para el Gobierno.

La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿se podrá retomar el debate de manera objetiva y sin interferencias personales? La ciudadanía espera que la discusión sobre la reforma laboral no quede sepultada por enfrentamientos personales y que se recupere el foco en las necesidades de los trabajadores.

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