Era octubre de 2021. Pronto comenzarían de manera oficial las campañas al Congreso y aunque varios candidatos ya venían organizando sus equipos y realizando actividades desde tiempo atrás, lo cierto es que las campañas sólo podían comenzar en el mes de diciembre. En mi objetivo de mantener un discurso consistente entre financiación de campañas y causas que se defienden, abordé al “estratega” del candidato que yo apoyaría a la Cámara. Quería saber de dónde salían sus recursos para mantener durante varios meses las actividades con jóvenes y personas pagadas para organizar su campaña. Había rumores sobre aportes de empresarios con intereses específicos en la región (Que no es malo per se), en especial, relacionados con los peajes y la nueva concesión que se definiría en los próximos años. El “estratega” se molestó con mi pregunta y me respondió que eso era información privada y yo no tenía por qué meterme en esos temas de la campaña.
Abordé al candidato y le pregunté directamente: ¿es cierto que el gerente de Autopistas del Café aporta en tu proyecto a la Cámara? Él lo negó y yo le creí. Tres años después y al ver el lobby de la empresa ODINSA – ARGOS (Accionistas de Autopistas del Café) para mantener los mismos peajes por 30 años más, he entendido lo que desde 2021 me intentaron advertir. La independencia de mi candidato no era como él la pintaba. O por lo menos hasta que no se vea su posición clara y contundente frente a la propuesta IP Conexión Centro, la duda quedará en el ambiente, en especial porque ya lleva dos años en la comisión de infraestructura de la Cámara y la visibilidad que da al tema es muy pandita. Este semestre será clave.
En mayo de 2024, la OCDE actualizó y emitió una serie de recomendaciones para disminuir los riesgos de lobby e influencia del sector privado en las decisiones gubernamentales que afectan el interés colectivo. Los peajes obviamente afectan a las comunidades. Respecto las formas de influencia indirecta, la OCDE identificó que muchas veces se intenta influir a través de campañas orquestadas por redes sociales, medios de comunicación, plataformas digitales etc mientras la audiencia ignora quien está detrás de esas campañas, lo que configura conflictos de intereses no declarados.
Otra forma indirecta identificada es la “financiación o creación de colectivos cívicos, fundaciones y organizaciones de base, laboratorios de ideas, institutos de políticas”, entre otros. De acuerdo con la organización, este mecanismo de cooptación de liderazgos técnicos locales se ha utilizado incluso para atacar a la competencia o hacer pasar informes de partes interesadas como “neutros” o sin sesgos. Sin duda estas organizaciones cumplen una importante labor al actuar en un modelo de gobernanza. Pero, como lo indica la OCDE, al tener vocación de influencia en las políticas públicas, la transparencia de quiénes son y quiénes están detrás de ellas, es clave para que se garanticen proyectos justos en donde no sólo ganen los más poderosos.
Continuará…
