Después de las declaraciones del presidente Petro diciendo que la actual concesión de Autopistas del Café se debe revertir al Estado —que causaron pánico a algunos y otros celebraron como victoria— las réplicas no se hicieron esperar.

 Los entusiastas, o los que quisieron, al igual que Petro, reclamar un “triunfo”, olvidaron algo clave: el contrato de Autopistas vence en febrero de 2027. ¡Petro se va en agosto del 2026! ¡No puede revertirlo! ¿Cómo es posible que hable de revertir una concesión que ni siquiera finaliza en su mandato? ¿Populismo caza incautos? El gobierno actual no revierte nada, pero sí puede, este mismo año, evaluar si esta nueva concesión pasa el examen.

 Ahora bien, ¿qué es lo que ha expresado la ciudadanía, la de a pie, más que la gremial, especialmente cierto sector de la risaraldense, en abierto compadrazgo con el ciudadano Mauricio, actual gerente de Autopistas del Café? Lo que esperamos es que se hagan las obras pendientes, las necesarias y que los peajes se ajusten al costo real de esas obras. Hoy existen siete peajes que, a todas luces, frenan la competitividad regional: esa que supuestamente deben pro_mover los gremios para beneficiar sus asociados (…) Y la nueva concesión —la famosa IP Conexión Centro— pretende mantenerlos, mientras ofrece obras que poco tienen que ver con el Eje Cafetero. La doble calzada Calarcá-La Paila, por ejemplo, se llevaría el 80% de la inversión. ¿Y el resto? Obras insuficientes. Para que la rentabilidad del proyecto sea justa, deberían ofrecer obras por valor de $4 billones, no menos: https://acortar.link/e3D4Fl

 Así, el debate no debería centrarse en si el proyecto es público, privado o mixto —que para mí siempre es lo ideal—. Lo urgente es evaluar necesidades regionales. Por ejemplo: eliminar algunos peajes ayudaría a la integración territorial. Abrir la conversación para resolver la conexión Pereira-Dosquebradas, donde se concentra el mayor trancón del Eje Cafetero, como dice la congresista Carolina Giraldo. Y si se quiere pensar/actuar más en grande, posicionar el tren de cercanías regional: https://acortar.link/BBgRAG (imagen)

 Esta conversación no cesará por lo que dijo el presidente, ni en once meses cuando se vaya, ni en febrero del 27 cuando pase a manejo de INVIAS. Es curioso que después de las explicaciones sobre la caída del puente en Alcalá (memoria), nadie del grupo empresarial detrás de Autopistas + IP Centro haya querido asistir a un debate. En cambio, han optado por una estrategia de “cooptación” de apoyos (…). Una forma innoble de manejar un asunto que debe ser transparente y participativo.

 A propósito de esas estrategias. Muy seguramente los mega beneficiarios actuales de Autopistas del Café (“peajes recaudaron en 2024 $280 mil millones” Lina Arango) van a esperar y reactivar el proyecto con un presidente amigo, a cuya campaña aportarán. La IP es un negocio parecido a las pistas de El Dorado, cuya utilidad se estima en 600.000 millones anuales. Ambos proyectos podrían adjudicarse “los dos pegaditos” (…)

 En síntesis, el problema no es técnico, ni siquiera jurídico. Es político. Y como tal, exige que la ciudadanía —¿la de a pie? — construyamos escenarios de exigencia pública, con información clara, con prioridades regionales bien definidas, y con una narrativa que no se deje diluir en el juego de palabras. Petro tiene once meses. Nosotros, menos tiempo para no perder la memoria.

Redes sociales: @oparranaliza

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