El pasado 9 de agosto, se llevó a cabo una visita técnica al Parque Nacional Natural de los Nevados, un territorio reconocido como sujeto de derechos, para discutir y coordinar estrategias de protección y conservación de sus valiosos ecosistemas. La jornada, que comenzó a las 4 de la mañana con una expedición a la Laguna del Otún, contó con la participación de la CARDER, el Instituto Alexander Von Humboldt, CORPOCALDAS, Parques Nacionales Naturales, la Gobernación de Risaralda, las alcaldías de Pereira y Santa Rosa, la Policía de Carabineros y Policía del Agua.

Durante el recorrido, los actores involucrados enfatizaron la importancia de un trabajo articulado para asegurar la protección de este ecosistema, vital para el suministro de agua y la salud ambiental de la región. Hernando García Martínez, director del Instituto Alexander Von Humboldt, destacó la relevancia de esta misión al afirmar: «Estamos observando el presente y el futuro del agua de los pereiranos. Solamente si tenemos un territorio ecológicamente sano vamos a poder tener ciudades funcionales. Por eso, es fundamental pensar en el presente y futuro de estos ecosistemas.»

Julio César Gómez, director de la CARDER, subrayó la importancia de la Laguna del Otún al señalar: «La Laguna del Otún es el inicio de un corredor hídrico que abastece de agua a cerca del 60% de los habitantes de Pereira, y por eso es nuestro deber asegurar la conservación de los ecosistemas que, adicionalmente, ya han sido reconocidos como sujetos de derecho.»

La CARDER, junto con las demás entidades participantes, reafirma su compromiso con la conservación de los recursos naturales del Parque Nacional Natural de los Nevados. La protección de estos ecosistemas no solo es crucial para el mantenimiento de la biodiversidad, sino también para garantizar el acceso a agua limpia y la estabilidad ambiental en la región.

 
La visita permitió verificar la recuperación que está teniendo el ecosistema después de un incendio sufrido a inicios de los 2000. Lo que antes era gris ceniza ya está pintado de verde, algo que es motivo de regocijo, especialmente teniendo en cuenta que el crecimiento de la vegetación en los páramos es más lento que en muchos otros ecosistemas. Este signo de recuperación es una esperanza para la restauración total de esta área afectada.

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