“Con estas prácticas restaurativas puedo reparar los daños que hice a la ciudad cuando estaba en condición de calle. También puedo fortalecer mi don de servir y de ayudar a la comunidad”, así lo expresa Juan Pablo Arias, usuario del albergue Centro Día/Centro Noche, quien ha logrado resignificar su vida a través de la ruta de atención que el programa de Habitante de Calle, adscrito a la Secretaría de Desarrollo Social y Político, ofrece a los más de 100 usuarios que hoy residen en el albergue. 

Las prácticas restaurativas que se han venido adelantando en diferentes zonas verdes, parques y fachadas de Pereira, se crearon como una estrategia para la reactivación de deberes en los beneficiarios de los albergues, que en contraprestación deberán demostrar un genuino proceso de resocialización, retribuyendo con acciones de amor por la ciudad la oportunidad brindada, logrando construir buenas conductas que les permitan aportar a la sociedad y a su proceso de recuperación. 

“Los derechos se van perdiendo cuando olvidamos los deberes y las responsabilidades, estamos tratando que los usuarios superen malos hábitos y malas conductas. Es importante entender que el ser humano obedece a modelos o prototipos, es decir que cuando ellos participan en este tipo de jornadas estabilizan sus emociones, recuperando aquello que un día perdieron”, afirmó Jason Anduquia, coordinador del programa. 

Durante la actividad, Felipe Vallejo, un ciudadano que pasaba por el lugar, dijo: “la vida es de oportunidades. Todas las personas necesitan una oportunidad para salir adelante, así que bienvenidas todas estas acciones. Es solidarizarnos con los habitantes de calle y ayudarles a que salgan de esa situación, aprovechando las oportunidades”.

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