La Refinería de Cartagena (Reficar) enfrenta un escenario crítico tras la decisión de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de resolver en su contra un recurso de reconsideración por una deuda que supera 1,3 billones de pesos. De mantenerse la orden, la entidad podría avanzar hacia un embargo de cuentas bancarias, dejando sin capital de trabajo a la empresa y comprometiendo la producción nacional de combustibles.

Deuda millonaria y riesgo de embargo

La controversia surge por un concepto emitido por la DIAN, según el cual Reficar debe cancelar el 19 % de IVA correspondiente al diésel y la gasolina importados y comercializados en el país. Por tratarse de una zona franca, todos sus productos se consideran importaciones, lo que genera un cobro retroactivo por los años 2022, 2023 y 2024, equivalente a 1,5 billones de pesos.

Aunque la compañía interpuso recursos legales para detener la medida, la respuesta final de la autoridad tributaria fue contundente: Reficar debe pagar. Con esta resolución, la refinería entra en una etapa de cobro coactivo, proceso que podría derivar en el embargo de sus cuentas bancarias.

Impacto económico y operativo

En caso de que se ejecute el embargo, Reficar solo podría operar entre 7 y 18 días, al perder su liquidez para la compra de crudo y mantenimiento de la planta. La refinería produce cerca de 200.000 barriles diarios, y más de 2.300 empleados dependen directamente de su funcionamiento.

De concretarse el cierre temporal, se proyecta un desabastecimiento de combustible en la Costa Caribe, especialmente de Jet, diésel y gasolina, productos que abastecen buena parte del país.

Consecuencias para Ecopetrol

El impacto no se limitaría a Reficar. La empresa matriz, Ecopetrol, podría enfrentar serios problemas financieros debido a las cláusulas de sus bonos de deuda, que estipulan que si una filial es embargada por más de 100 millones de dólares (alrededor de 400 mil millones de pesos), se configuraría un evento de incumplimiento. Esto podría acelerar la exigencia de pago de su deuda total, estimada en 120 billones de pesos, generando una crisis de grandes proporciones en el sector energético.

Un efecto dominó para la industria petrolera

La situación de Reficar y Ecopetrol se agrava por el margen de acción limitado. Las reglas de la DIAN permiten embargos de hasta el 200 % de lo cobrado, lo que representa entre 2,6 y 15 billones de pesos. Si se llegara a ese nivel, Ecopetrol enfrentaría incluso el riesgo de cierre de campos petroleros, una medida que impactaría de manera directa en la producción nacional y en las finanzas del Estado.

Una crisis con implicaciones nacionales

El eventual cierre de la refinería se considera una situación de extrema gravedad para el país, no solo por la pérdida de empleos y producción, sino por el riesgo de desabastecimiento energético y el golpe financiero a Ecopetrol, empresa clave para la economía colombiana.

De no alcanzarse una solución en los próximos días, Reficar tendría que detener sus operaciones en un plazo máximo de 15 días, mientras continúa la disputa tributaria que pone contra la pared al sector energético nacional.

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