La reciente adquisición de tres camionetas 4×4 Toyota Fortuner por parte de la Personería de Medellín ha desatado una fuerte controversia en la opinión pública. La inversión, que asciende a $914 millones, ha sido objeto de críticas debido a las prioridades presupuestales de una entidad que enfrenta graves problemas de infraestructura y recursos humanos. La imagen del personero, Mefi Boset Rave Gómez, besando uno de los vehículos, se viralizó y avivó el debate sobre la gestión de los fondos públicos.
el origen de la controversia: una «fiesta» vehicular
El pasado miércoles, en un evento poco convencional, los nuevos vehículos fueron presentados adornados con moños de regalo. El personero lideró la ceremonia con un gesto que desató indignación: besar uno de los automotores. Según Rave Gómez, el acto fue malinterpretado y respondió a «la alegría de atender una necesidad latente». No obstante, la percepción pública fue otra, dado que la inversión coincide con problemas críticos de infraestructura en la sede principal de la entidad y una falta crónica de personal.
La compra forma parte de un plan de renovación vehicular que supera los $1.469 millones e incluyó, previamente, tres camionetas Nissan de doble tracción adquiridas en junio por $555 millones. Este gasto ha sido cuestionado por su contraste con las urgencias de la Personería, que desde hace años sufre inundaciones recurrentes, fallos eléctricos y escasez de personal para atender los requerimientos ciudadanos.
problemas estructurales y falta de personal: un contexto crítico
Desde 2017, la sede principal de la Personería, ubicada en La Alpujarra, enfrenta problemas severos de infraestructura. En días lluviosos, el edificio se transforma en un caos, con filtraciones de agua que dañan equipos electrónicos y papelería. Aunque se han planteado soluciones, como el traslado a otro edificio, los altos costos del arriendo han frenado estas propuestas. La Alcaldía ofreció dos pisos del edificio Plaza de La Libertad, pero se retractó, dejando a la Personería en una situación de incertidumbre.
Además de las dificultades físicas, la entidad también enfrenta una notable falta de personal. En 2022, la terminación de un convenio con la Secretaría de Inclusión dejó a la Unidad Permanente de Derechos Humanos sin los 100 contratistas que la reforzaban. Esta combinación de problemas ha generado cuestionamientos sobre las prioridades de la administración actual.
las explicaciones del personero y las reacciones públicas
Rave Gómez defendió la compra de los vehículos argumentando que eran necesarios para cubrir áreas periféricas de Medellín. Según él, el parque automotor de la Personería estaba obsoleto, con solo un vehículo en funcionamiento cuando asumió su cargo en marzo de 2024. Las nuevas adquisiciones, explicó, buscan garantizar la movilidad de los funcionarios en misiones de terreno.
“Somos alrededor de 400 colaboradores que tenemos distintas actividades en toda la ciudad. Los vehículos no son ni de representación ni para el personero, sino netamente operativos”, afirmó el funcionario. Añadió que, además de los automóviles, se han adquirido productos tecnológicos por $100 millones y que se ha avanzado en la mitigación de las inundaciones.
Pese a las explicaciones, las críticas persisten. El personero auxiliar Héctor Alfonso Gómez Trujillo, quien aprobó la compra, enfrenta varios procesos judiciales, lo que genera dudas sobre la transparencia de las decisiones. Además, la reciente noticia de una nueva adquisición de motos por $141 millones avivó las suspicacias sobre la gestión de los recursos.
¿dónde quedan las prioridades?
El caso pone en evidencia un problema recurrente en la administración pública: la desconexión entre las necesidades reales de la ciudadanía y las decisiones presupuestales. Mientras la Personería lucha con techos que gotean y carencias de personal, la compra de vehículos de alta gama envía un mensaje contradictorio sobre sus prioridades.
¿Qué medidas tomará la entidad para responder a las críticas y recuperar la confianza ciudadana? En medio de las tensiones, es claro que la gestión de Mefi Boset Rave Gómez estará bajo un estricto escrutinio durante los próximos meses.