El Instituto Nacional de Vías (Invías) está en el ojo del huracán tras gastar 360 millones de pesos en una ostentosa fiesta de fin de año, mientras enfrenta deudas significativas con contratistas y empleados. La celebración, realizada el 15 de noviembre, incluyó reconocidos artistas, pólvora y una lujosa organización, bajo la coordinación de una productora de eventos . Este gasto ha generado polémica, especialmente porque el mismo director del Invías , Juan Carlos Montenegro , admitió semanas antes que el instituto adeuda 475 mil millones de pesos a contratistas.

Trabajadores denunciaron que el Invías los obligó a firmar un «acta de compromiso» para trabajar en diciembre, con la promesa de recibir sus sueldos de manera parcial. Según esta medida, solo se les pagará hasta el 20 de diciembre, dejando los 10 días restantes para ser abonados en 2025, entre febrero y marzo. Un empleado anónimo expresó su inconformidad, señalando que “mientras no hay recursos para cumplir obligaciones, sí los hay para derrochar en una fiesta”.

En respuesta a las críticas, el Invías justificó la celebración como parte del Plan de Bienestar y Estímulos , amparado por la ley 1567 de 1998. En un comunicado, señalaron que el evento tuvo como objetivo “presentar resultados institucionales y fortalecer el clima laboral”, con una logística que incluyó medidas de prevención de riesgos, salones equipados y un conjunto musical. También afirmaron que participaron trabajadores del nivel central y de las 26 Direcciones Territoriales.

Sobre los pagos, el instituto aseguró que los honorarios de contratistas por prestación de servicios se han liquidado de forma “completa y oportuna durante todo el año”, aunque admitieron que, debido al cierre presupuestal y restricciones del Plan Anual de Caja (PAC), los pagos de diciembre suelen retrasarse. Explicaron que esta práctica es común en el sector público, una afirmación que no convenció a muchos de los afectados.

Este escándalo pone de relieve el manejo de los recursos públicos en una entidad clave para el país, que administra 38 peajes a nivel nacional, entre los que se encuentran 3 peajes del Eje Cafetero (Cerritos, La Línea, Quinchía – San Clemente) . Algunos señalan que el Invías se ha convertido en un «fortín político», controlado por congresistas regionales, y vinculan su gestión al polémico empresario conocido como el «Zar de los Peajes», Menzel Amín, quien asumió el recaudo de los peajes en 2021.

El contraste entre la costosa fiesta y las deudas acumuladas no solo afecta la imagen del Invías , sino que plantea dudas sobre la prioridad en la gestión de los recursos. Mientras tanto, trabajadores y contratistas siguen esperando respuestas claras y, sobre todo, el cumplimiento de los compromisos salariales.  

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