La adjudicación del contrato de alumbrado público en Pereira ha desatado una gran controversia debido a que el contrato, con una vigencia de 25 años y un valor inicial superior a los \$84 mil millones, fue entregado a la Unión Temporal Ilumina Pereira, controlada por empresas relacionadas con el cuestionado empresario cartagenero conocido como el “Turco Hilsaca”.

Son varias la voces que alertan sobre el riesgo de entregar el contrato a una firma asociada a Hilsaca, una figura ampliamente señalada en medios y procesos judiciales por su influencia en contratos públicos. Desde 2023, Giraldo venía advirtiendo que el proceso estaba diseñado para favorecer a ese grupo empresarial.

A pesar de estas advertencias, la Alcaldía de Pereira adjudicó la licitación a la Unión Temporal Ilumina Pereira, compuesta por AGM Desarrollos, EnergyCo y A\&M Ingeniería, todas empresas que han tenido relaciones comerciales o societarias con el emporio de Hilsaca. El contrato incluye la modernización del sistema de alumbrado con tecnología LED y su mantenimiento por un cuarto de siglo.

¿Quién es el “Turco” Hilsaca y por qué preocupa su participación?

Abdel Kader Hilsaca, conocido como el Turco Hilsaca, ha sido objeto de investigaciones por presuntas conexiones con grupos ilegales y por su cercanía con figuras políticas en diversas regiones de Colombia. Su nombre aparece vinculado a múltiples contratos cuestionados, especialmente en la región Caribe.

Aunque no figura directamente como contratista en Pereira, las firmas que conforman la Unión Temporal adjudicataria tienen trazabilidad con empresas bajo su órbita. Este patrón de operación, según expertos en contratación estatal, permite a grupos empresariales con antecedentes evitar restricciones legales usando terceros.

Además, el mismo modelo fue observado previamente en otros municipios, donde grupos ligados a Hilsaca terminaron controlando servicios públicos esenciales mediante alianzas o figuras jurídicas que diluyen la responsabilidad directa.

¿Qué implicaciones tiene este contrato para la ciudad?

El contrato implica que Pereira cede el control del servicio de alumbrado público durante 25 años a un privado, lo que en la práctica limita la capacidad del municipio para intervenir en decisiones técnicas, tarifarias o de expansión del servicio. Esto ha despertado inquietudes sobre el futuro del servicio y los costos que terminarán asumiendo los usuarios.

Uno de los aspectos más criticados es que el negocio no incluye incentivos de eficiencia ni mecanismos de control claros. Además, no existe certeza de que los ahorros generados por el cambio a tecnología LED se reflejen en la reducción del cobro por este servicio en las facturas de energía de los pereiranos.

En contraste, la administración municipal ha defendido la adjudicación argumentando que se trata de una mejora tecnológica necesaria y que el proceso cumplió con los requisitos legales. No obstante, las dudas persisten, especialmente por el hecho de que las tres firmas competidoras fueron eliminadas en la etapa final, dejando a la unión temporal de Hilsaca como único proponente viable.

Entérate con El Expreso