El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó reanudar los ataques al sur de Gaza tras denunciar supuestas violaciones del cese al fuego por parte de Hamás. De acuerdo con un comunicado del gobierno israelí, las fuerzas del grupo islamista habrían abierto fuego contra tropas israelíes y incumplido los acuerdos sobre la devolución de cuerpos de rehenes, lo que llevó a reactivar la ofensiva militar. La medida rompe con el frágil alto al fuego que había traído un breve respiro a la población civil en medio de una guerra que ha dejado miles de muertos y desplazados desde octubre de 2023.
Fuentes del Ejército de Israel informaron que las operaciones se concentran en la zona sur de la Franja de Gaza, específicamente en Rafah y Jan Yunis, áreas donde se presume que se esconden miembros de Hamás y milicianos vinculados a la Yihad Islámica. Testigos locales reportaron intensos bombardeos y el desplazamiento masivo de familias que intentaban huir hacia zonas más seguras.
Israel acusa a Hamás de incumplir el cese al fuego
Según las autoridades israelíes, Hamás habría violado el acuerdo de tregua al lanzar proyectiles hacia posiciones del ejército en la frontera sur y negarse a cumplir con el compromiso de entregar los cuerpos de dos rehenes israelíes retenidos desde los primeros días del conflicto. Netanyahu justificó la reanudación de los ataques al afirmar que “Israel no tolerará más provocaciones ni incumplimientos”.
La decisión, sin embargo, ha generado críticas de varios gobiernos y organismos internacionales que piden mantener los canales de diálogo para evitar un nuevo ciclo de violencia. Naciones Unidas y la Unión Europea expresaron su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria, mientras que la Cruz Roja Internacional pidió garantizar corredores seguros para la evacuación de heridos y la entrega de ayuda humanitaria.
Una crisis humanitaria que no da tregua
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, reportó que en las últimas 24 horas han muerto decenas de personas, en su mayoría mujeres y niños, a causa de los nuevos bombardeos. Las cifras se suman a las más de 38.000 víctimas registradas desde el inicio de la ofensiva israelí. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han reiterado su llamado al respeto del derecho internacional humanitario y al cese inmediato de los ataques indiscriminados.
Mientras tanto, los hospitales del enclave palestino enfrentan una situación crítica por la falta de medicamentos, combustible y equipos médicos. El cierre de los pasos fronterizos ha impedido el ingreso de suministros, lo que agrava la emergencia sanitaria. La ONU advirtió que más de un millón y medio de personas se encuentran desplazadas dentro de Gaza y que la mayoría depende de la ayuda internacional para sobrevivir.
Netanyahu mantiene su postura ante las presiones internacionales
A pesar de los llamados al diálogo, Netanyahu insistió en que Israel “continuará actuando con toda su fuerza para garantizar la seguridad de sus ciudadanos”. El gobierno israelí sostiene que su objetivo sigue siendo la eliminación completa de la infraestructura militar de Hamás y la liberación de los rehenes aún retenidos.
Estados Unidos, aliado clave de Israel, manifestó “preocupación por la escalada” y pidió a las partes volver a las negociaciones mediadas por Egipto y Catar. No obstante, funcionarios del Departamento de Estado reiteraron el derecho de Israel a defenderse, al tiempo que instaron a evitar daños a civiles.
Por su parte, líderes palestinos calificaron la reanudación de los ataques como una “violación flagrante” del acuerdo humanitario alcanzado a comienzos de mes. Hamás, en un comunicado, acusó a Netanyahu de usar el conflicto con fines políticos internos y de sabotear los esfuerzos internacionales para alcanzar una tregua duradera.
¿Qué se espera ahora en la Franja de Gaza?
Con el reinicio de los ataques israelíes, el escenario en la Franja de Gaza vuelve a ser incierto. Analistas coinciden en que el conflicto podría prolongarse durante las próximas semanas si no se logra un nuevo acuerdo de alto al fuego. Egipto y Catar continúan actuando como mediadores, pero reconocen que las posiciones de ambas partes siguen siendo irreconciliables.
Mientras tanto, la comunidad internacional refuerza sus llamados a la moderación. Naciones Unidas ha convocado a una reunión urgente del Consejo de Seguridad para evaluar las consecuencias de la ofensiva y la posible implementación de sanciones diplomáticas. Sin embargo, la falta de consenso entre las potencias limita las posibilidades de una resolución inmediata.
La reanudación de la ofensiva marca un nuevo punto de tensión en un conflicto que ha dejado profundas heridas tanto en Israel como en Palestina. En medio del fuego cruzado, miles de civiles siguen atrapados, sin refugio ni servicios básicos, mientras el mundo observa con preocupación una guerra que parece no tener fin.

