La figura de Michael Schumacher, ícono indiscutible de la Fórmula 1 y emblema de Ferrari, continúa envuelta en un profundo hermetismo desde el grave accidente de esquí que sufrió en 2013. Su familia ha mantenido un estricto control sobre cualquier información relacionada con su estado de salud, preservando su intimidad durante más de una década.

Sin embargo, un nuevo testimonio proveniente de su entorno más cercano volvió a generar expectativa e incertidumbre sobre la actualidad del siete veces campeón del mundo.

Su reaparición pública en el matrimonio de su hija Gina, celebrado el 28 de septiembre de 2024 en la finca de Mallorca que perteneció a Florentino Pérez, fue un hecho inesperado. Durante años, su entorno había impedido filtraciones sobre su vida cotidiana, pero la presencia de Schumacher en el evento trascendió tras los comentarios de Elisabetta Gregoraci, ex esposa de Flavio Briatore, figura clave en sus títulos de 1994 y 1995.

Según las declaraciones, Gregoraci aseguró que “Michael no habla, sólo se comunica con los ojos”, agregando que “solo tres personas pueden visitarlo”. Estas palabras, más allá de ofrecer un atisbo de su situación actual, reforzaron la percepción de una condición médica grave y de una vida marcada por la discreción absoluta.

A pesar de ello, surgieron versiones que insinúan una posible evolución en la salud del expiloto. El periodista francés Stéfan L’Hermitt, de L’Équipe, afirmó en el pódcast Le Grand Récit que durante el último año se habrían producido “avances importantes” y que Schumacher incluso habría firmado un casco para una campaña benéfica, un gesto que, de confirmarse, sería el primero realizado directamente por él desde el accidente.

L’Hermitt, sin embargo, moderó sus palabras al añadir: “Diría que no está bien, pero podría estar mejorando”, subrayando la falta de datos concretos sobre su estado actual. Sus declaraciones despertaron una oleada de reacciones entre los aficionados del piloto alemán, que desde hace más de diez años aguardan alguna señal esperanzadora.

En la actualidad, Michael Schumacher reside junto a su esposa Corinna en su finca de Mallorca, rodeado únicamente de familiares y amigos de absoluta confianza. El hermetismo continúa siendo la norma, mientras su legado en la Fórmula 1 permanece intacto: siete títulos mundiales, 71 vueltas rápidas y 155 podios que lo consagran como una de las leyendas más grandes del automovilismo.

Aunque su vida transcurre en la privacidad, la admiración y la esperanza siguen vivas entre los fanáticos que aún sueñan con volver a tener noticias alentadoras del eterno campeón.

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