Con 82 votos a favor, el Senado de la República eligió este miércoles 4 de junio a Lina Marcela Escobar Martínez como nueva magistrada de la Corte Constitucional, marcando el final del periodo de ocho años de Diana Fajardo Rivera en el alto tribunal. La votación, que se desarrolló sin mayores controversias, reafirmó la confianza del legislativo en una jurista con una sólida trayectoria en el sector público y académico.
El proceso se realizó entre una terna exclusivamente femenina, una decisión que busca mantener el equilibrio de género en la Corte, luego del ingreso de dos nuevos magistrados hombres en los últimos meses: Miguel Polo Rosero y Héctor Carvajal. Así, la elección de Escobar se alinea con las políticas de paridad que progresivamente toman fuerza en las altas esferas de la justicia colombiana.
Perfil y trayectoria de Lina Escobar
Lina Escobar es abogada y cuenta con una carrera profesional que combina el ejercicio jurídico en altas cortes con el liderazgo académico. Durante su carrera, se ha desempeñado como magistrada auxiliar en el Consejo de Estado, donde fortaleció su conocimiento sobre lo contencioso administrativo y los principios constitucionales que rigen la función pública. Esta experiencia le permitió integrar decisiones trascendentales en materia de derecho público.
Además, ha sido asesora del Ministerio de Educación, donde trabajó en el diseño y aplicación de políticas públicas orientadas a la calidad educativa. Su paso por esta cartera le otorgó una visión integral sobre la relación entre el derecho, la política social y el desarrollo humano.
Recientemente, fue rectora de la Fundación Universitaria San Martín, institución donde impulsó reformas estructurales orientadas al fortalecimiento académico y a la recuperación de la credibilidad institucional. Su capacidad de liderazgo, así como su compromiso con la formación de nuevos profesionales del derecho, fueron determinantes en este proceso de transformación.
Esta diversidad de roles le ha otorgado a Escobar una visión transversal de los retos jurídicos del país, una cualidad altamente valorada en una corte cuya jurisprudencia incide directamente en el bienestar social y el equilibrio institucional.
El contexto político detrás de la elección
La designación de magistradas en la Corte Constitucional no es solo una cuestión de mérito individual, sino también una expresión del equilibrio político que busca mantener el Congreso en las altas cortes. En este caso, la elección de Escobar responde a una necesidad de representación femenina luego del ingreso reciente de dos hombres al tribunal, situación que podría haber generado un desequilibrio en la composición de género de la Corte.
El proceso de elección también se caracterizó por la ausencia de tensiones partidistas visibles, lo que sugiere un consenso entre las diferentes bancadas sobre la idoneidad de Escobar. Esto contrasta con elecciones anteriores donde las divisiones políticas pesaban más que los perfiles técnicos, lo que refuerza la percepción de que, al menos en esta ocasión, se priorizó la experiencia jurídica y la trayectoria pública.
En medio de un escenario nacional en el que la Corte ha tenido que pronunciarse sobre temas altamente sensibles —desde la protección de derechos fundamentales hasta la revisión de actos legislativos—, el perfil moderado y técnico de Escobar parece responder a una apuesta por la estabilidad institucional.