La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente que el brote de viruela del mono, ahora conocida como Mpox, en África ha alcanzado el nivel de emergencia de salud pública de preocupación internacional.

Este anuncio, que representa la máxima alerta posible bajo las regulaciones sanitarias internacionales, se debe a la rápida propagación de una variante más peligrosa del virus.

La alarma global se activó tras la detección de esta cepa en cuatro provincias africanas previamente no afectadas. Hasta ese momento, el virus estaba principalmente contenido en la República Democrática del Congo, un país que, junto a otros, ha experimentado un notable aumento en el número de contagios.

El comité de emergencia para la viruela del mono de la OMS, compuesto por expertos independientes, se reunió de forma virtual para analizar la situación. Posteriormente, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la declaración de emergencia global, lo que permite una respuesta internacional más coordinada y urgente.

Dimie Ogoina, presidente del comité, informó que los 15 miembros del grupo coincidieron en que se cumplían los criterios para declarar esta emergencia internacional de salud pública.

Esta decisión sigue a la alerta emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, que un día antes habían clasificado el brote como una emergencia de salud pública de seguridad continental, un estatus sin precedentes desde la creación de la agencia en 2017.

Desde principios de año, África ha registrado más de 17,000 casos y más de 500 muertes en 13 países, con la República Democrática del Congo reportando más del 96% de los casos confirmados solo este mes. La Mpox, una enfermedad viral que se transmite por contacto cercano o a través de materiales contaminados, se manifiesta con síntomas como fiebre, erupciones cutáneas dolorosas y ganglios linfáticos inflamados.

Para enfrentar esta situación, la OMS ha aprobado el uso de emergencia de vacunas contra la Mpox y ha diseñado un plan de respuesta regional que requiere 15 millones de dólares. Hasta ahora, se han liberado 1,45 millones de dólares del Fondo de Contingencia para Emergencias de la OMS para comenzar a combatir el brote.

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