El gobierno de Francia ha pedido formalmente a la Unión Europea (UE) que imponga sanciones severas contra la plataforma china Shein, argumentando que la empresa incumple “de manera evidente” las regulaciones comunitarias sobre comercio digital, seguridad del consumidor y protección de menores. La solicitud fue presentada por el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, quien instó a la Comisión Europea a adoptar “medidas drásticas” tras las investigaciones en curso contra la compañía.

Durante una entrevista con la emisora France Info, Barrot explicó que los resultados de las pesquisas nacionales han evidenciado riesgos para la economía, la sociedad y la protección de los jóvenes europeos, derivados del modelo de negocio y del contenido que circula en la plataforma. “Hemos permitido que grandes empresas, dirigidas por multimillonarios chinos y estadounidenses, impongan sus normas y perturben la vida económica, social y democrática de nuestras naciones”, declaró el ministro.

El Ejecutivo francés inició esta semana un procedimiento urgente que otorga a Shein un plazo de 48 horas para retirar todos los productos prohibidos por la legislación nacional. En caso de no cumplir con las exigencias, el gobierno prevé bloquear temporalmente el acceso a la web dentro del país. De forma paralela, el ministro del Interior, Laurent Nuñez, presentó una demanda judicial para impedir el funcionamiento del sitio mientras se evalúa su adecuación a las normas europeas de servicios digitales.

Estas medidas coinciden con la apertura de la primera tienda física permanente de Shein en el mundo, ubicada en los almacenes BHV de París. Aunque el evento atrajo a cientos de compradores, también desató protestas de organizaciones sindicales y ambientales que denuncian a la empresa por competencia desleal, impacto ecológico y violaciones a los derechos laborales.

La situación de Shein se agravó tras la apertura de una investigación de la Fiscalía de París por la presunta venta de muñecas sexuales con apariencia infantil y la difusión de “contenidos violentos o contrarios a la dignidad humana accesibles a menores”. El caso también involucra a otras plataformas de comercio electrónico como AliExpress, Temu y Wish, en el marco de una ofensiva más amplia contra la distribución de artículos ilegales en línea.
El escándalo aumentó tras la detención de un hombre en Bouc-Bel-Air, cerca de Marsella, al recibir un envío de uno de estos productos adquiridos en la página. Ante estos hallazgos, la ministra delegada de Asuntos Digitales, Anne Le Henanff, contactó con la Comisión Europea para promover una investigación formal sobre las prácticas de la empresa, subrayando la necesidad de una respuesta coordinada en todo el bloque.

El debate ahora se traslada al ámbito europeo. El ministro de Economía, Roland Lescure, aseguró que Francia cuenta con “argumentos sólidos” para llevar el caso ante Bruselas y exigir que la Comisión Europea imponga sanciones conjuntas. Además, un grupo de diputados encabezados por Antoine Vermorel-Marques (Los Republicanos) prepara una resolución para instar a la UE a actuar contra la moda rápida, señalando directamente a Shein como ejemplo de “riesgo económico, social y ético”. El propio parlamentario anunció una denuncia ante la fiscalía por la supuesta venta de armas prohibidas, como machetes y puños americanos, disponibles en la plataforma.

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