La ciudad de México, una de las más pobladas del mundo, se enfrenta a una severa escasez de agua potable, con restricciones en el abastecimiento en varias alcaldías debido a la sequía que afecta la región. Vecinos como Isidro Sánchez, de la colonia Chimilli en Tlalpan, relatan la dificultad de obtener agua, recurriendo incluso a camiones cisterna particulares para suplir sus necesidades básicas. 

 El problema se agrava con la continua disminución del almacenamiento de agua en el sistema Cutzamala, una de las principales fuentes de abastecimiento de la ciudad. La falta de lluvias ha llevado a niveles críticos de agua en este sistema y en los pozos de la región, generando preocupación entre los expertos y la población.  

 Las autoridades locales han implementado medidas para informar a la población sobre el suministro de agua en sus zonas y han instado a evitar el desperdicio del recurso. Sin embargo, residentes del sur de la ciudad temen que la situación empeore ante la ausencia de precipitaciones, lo que los lleva a buscar alternativas como el almacenamiento en tanques y la compra de agua embotellada. 

 A pesar de los esfuerzos del gobierno para prevenir la crisis, expertos como Rodríguez Márquez señalan que el problema de escasez de agua en la capital podría haberse evitado con una inversión adecuada en infraestructura hídrica y mantenimiento. 

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