La aprobación en tercer debate del proyecto de reforma laboral por parte de la Comisión Cuarta del Senado, el pasado 27 de mayo, ha generado un fuerte pronunciamiento por parte del Pacto Histórico, que calificó el texto como un retroceso frente a los derechos conquistados por los trabajadores colombianos.
En un comunicado oficial, el movimiento político rechazó categóricamente el articulado aprobado, asegurando que “desconoce las luchas históricas del pueblo trabajador”. La colectividad advirtió sobre las implicaciones de esta versión de la reforma, que eliminó o modificó aspectos clave que habían sido introducidos previamente en la Cámara de Representantes.
“Convocamos al pueblo colombiano a no permitir que le arrebaten sus derechos”, enfatiza el comunicado, en un llamado directo a la movilización y vigilancia social, la misma que, según afirman, permitió reactivar el debate luego de su archivo inicial, gracias al “esfuerzo colectivo y la convocatoria de la consulta popular”.
Retrocesos significativos en el texto aprobado
El Pacto Histórico enumeró una serie de puntos concretos que, según su postura, constituyen un grave retroceso en la defensa de los derechos laborales en Colombia. Entre los cambios que más preocupan están:
- La eliminación de la naturaleza laboral del contrato de aprendizaje del Sena, lo que desdibuja el carácter formativo y protector que debía tener este tipo de vinculación.
- El rechazo al aumento de la licencia de paternidad, una medida que buscaba equilibrar responsabilidades de cuidado y fomentar la corresponsabilidad familiar.
- La supresión de las licencias por menstruaciones incapacitantes, que se habían propuesto como un avance en salud laboral con enfoque de género.
- La continuidad del contrato sindical como herramienta de tercerización, lo que, según el comunicado, “debilita la organización sindical y precariza el empleo”.
- La jornada laboral de hasta 10 horas para trabajadoras domésticas internas, una práctica que perpetúa condiciones laborales desiguales para una población históricamente vulnerable.
Estas modificaciones, consideran desde el movimiento, no solo deterioran las condiciones laborales existentes, sino que legalizan nuevas formas de explotación.
Flexibilización laboral y afectaciones para trabajadores vulnerables
Uno de los puntos más críticos señalados por el Pacto Histórico tiene que ver con la legalización del trabajo por horas, una figura que, según advierten, “reduce los ingresos reales de los trabajadores y profundiza la desigualdad”.
La aprobación de este modelo abre la puerta a empleos fragmentados, sin garantías mínimas de seguridad social, lo que afecta especialmente a mujeres, jóvenes y sectores informales. Además, se aprobó la posibilidad de concentrar la jornada semanal en cuatro días sin pago de horas extra, lo que representa un cambio estructural en el sistema de compensación laboral que afecta directamente a los ingresos mensuales.
También se borraron compromisos previamente adquiridos con sectores como el transporte de carga, las personas con discapacidad y los trabajadores oficiales, perpetuando su inestabilidad laboral. El comunicado advierte que, en lugar de avanzar hacia un modelo de trabajo más justo y equitativo, la reforma aprobada “abre espacios para nuevas desigualdades y formas de precarización”.