La Plaza de San Pedro fue escenario de una emotiva despedida al papa Francisco , quien falleció recientemente. Cerca de 200.000 personas se congregaron en la plaza y sus alrededores para rendir homenaje al pontífice argentino. La ceremonia, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, incluyó una misa solemne que destacó el legado del papa Francisco , especialmente su constante llamado a la paz, la fraternidad humana y la protección del medioambiente. El papa Francisco fue aplaudido por los fieles al llegar su ataúd a la plaza, y el acto incluyó medidas de seguridad extraordinarias. El funeral concluyó con emotivos aplausos y la salida del féretro entre repiques de campanas, despidiendo al primer papa latino con respeto y gratitud.
Durante la misa, se recordó el compromiso del papa Francisco con los más necesitados y su incansable lucha por la paz. El cardenal Re destacó que el pontífice «elevó su voz implorando la paz» y que su vida fue un testimonio de servicio y dedicación a los demás.
El cortejo fúnebre del papa Francisco, que partió desde la Basílica de San Pedro hacia la Basílica de Santa María la Mayor, fue acompañado por miles de fieles que se alinearon a lo largo de las calles de Roma para rendir su último adiós. El recorrido, de aproximadamente seis kilómetros, fue realizado en un papamóvil especialmente adaptado para la ocasión. Este vehículo, utilizado previamente por el pontífice en un viaje a Oriente, fue modificado para transportar el ataúd sobre una plataforma. El cortejo recorrió calles icónicas del centro de Roma, pasando por monumentos como el Coliseo, escoltado por motocicletas de los Carabinieri y vehículos de seguridad. A lo largo del recorrido, miles de personas se congregaron para dar el último adiós al papa argentino, rompiendo el silencio con aplausos.
La ceremonia contó con la presencia de importantes delegaciones internacionales, incluyendo a los reyes de España y al expresidente estadounidense Donald Trump. Este evento marcó el último viaje del papa Francisco en el vehículo que tantas veces utilizó para acercarse a las multitudes.
El papa Francisco, en su testamento, solicitó ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, un santuario al que acudía frecuentemente. Este deseo fue cumplido, y su cuerpo descansará en este lugar, reflejando su profunda devoción mariana.
La despedida al papa Francisco no solo fue un acto religioso, sino también un momento de reflexión sobre su legado y su impacto en la Iglesia y en el mundo. Su llamado constante a la paz, la justicia social y la protección del medioambiente dejó una huella imborrable en millones de personas alrededor del mundo. Su partida marca el fin de una era, pero su mensaje de amor y servicio continúa vivo en los corazones de quienes lo conocieron y lo siguieron.