Después de más de dos décadas de espera, Pereira y Dosquebradas finalmente reciben luz verde para ejecutar uno de los proyectos ambientales más significativos de su historia. El Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS) ha aprobado el aval fiscal para la construcción de la PTAR El Paraíso, una planta de tratamiento de aguas residuales que beneficiará a más de 972.000 personas en el departamento de Risaralda.
Con una inversión total estimada en 462.372 millones de pesos, el proyecto es liderado por el Gobierno nacional, que financiará el 58% del monto, es decir, 268.162 millones de pesos. La planta tendrá capacidad para tratar 1,7 metros cúbicos por segundo de aguas residuales, permitiendo el manejo adecuado de los residuos generados en las áreas urbanas de Pereira y Dosquebradas.
Entre las entidades que respaldan el proyecto destacan la alcaldía de Pereira, la Gobernación de Risaralda, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), la alcaldía de Dosquebradas y las empresas públicas Aguas y Aguas de Pereira y Serviciudad. Esta sinergia público-pública fortalece el enfoque territorial y promueve una ejecución más eficiente de los recursos.
Un respiro ambiental para los ríos Otún y Consota
La construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales El Paraíso representa una solución concreta a la grave contaminación de los ríos Consota y Otún, actualmente entre los diez más afectados de Colombia por vertimientos sin tratamiento. La falta de una infraestructura adecuada para tratar las aguas residuales ha afectado no solo el ecosistema, sino también la salud pública y el desarrollo económico de las comunidades ribereñas.
Con la operación de esta nueva infraestructura, se espera una recuperación significativa de estos cuerpos hídricos. La mejora en la calidad del agua no solo favorecerá la biodiversidad local, sino también los usos agrícolas, recreativos y turísticos de los ríos, claves para la economía regional.
La viabilidad del proyecto se logró gracias a una intensa coordinación interinstitucional, impulsada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Ministerio de Vivienda, que organizaron 25 mesas técnicas durante los últimos 10 meses. Esta articulación fue crucial para integrar a todos los actores territoriales en torno al objetivo común de recuperar los ríos y mejorar el saneamiento básico.
Entre las entidades que respaldan el proyecto destacan la Gobernación de Risaralda, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), las alcaldías de Pereira y Dosquebradas, y las empresas públicas Aguas y Aguas de Pereira y Serviciudad. Esta sinergia público-pública fortalece el enfoque territorial y promueve una ejecución más eficiente de los recursos.
Además, el proyecto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular con la meta 6.3 que busca mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertido y minimizando la liberación de productos químicos y materiales peligrosos.
¿Qué impacto tendrá la PTAR El Paraíso en la región?
El impacto esperado va mucho más allá del tratamiento de aguas residuales. Esta inversión transforma la forma en que se gestiona el saneamiento urbano en Risaralda y se convierte en un modelo replicable para otras ciudades intermedias del país. La mejora ambiental también incide directamente en la salud de la población, disminuyendo los riesgos asociados a enfermedades hídricas y mejorando la calidad de vida.
Además, se proyecta un efecto positivo sobre el desarrollo socioeconómico, ya que la infraestructura permitirá atraer inversión, fomentar el turismo ecológico y promover empleos locales durante su construcción y operación.
El aval fiscal para la PTAR El Paraíso marca un antes y un después para Pereira y su área metropolitana. Es un paso estratégico hacia una ciudad más resiliente, sostenible y comprometida con la protección de sus recursos naturales. La pregunta ahora es: ¿cómo se asegurará la ejecución eficaz de este proyecto tan esperado?