El Presupuesto General de la Nación solicitado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro fue rechazado por el Congreso de la República el 11 de septiembre. Este hecho, que no ocurría en Colombia desde hace mucho tiempo, marca un fuerte revés para el Ejecutivo en su plan económico. Las comisiones económicas del Congreso no aprobaron el monto solicitado de $523 billones, lo que genera un escenario de incertidumbre en la asignación de los recursos para el próximo año.

Un debate atropellado y confuso

La sesión, que debía definir la aprobación del monto presupuestal, se vio marcada por momentos de confusión tanto entre los representantes como en la mesa directiva de las comisiones económicas. Según lo informado, en dos ocasiones se tuvo que rechazar la cifra debido a errores en la votación inicial, en la cual se sometió un monto incorrecto. Esta falta de claridad dificultó el proceso y generó tensión entre los congresistas.

El rechazo del presupuesto fue votado por dos de las cuatro comisiones económicas del Congreso, las cuales tienen la responsabilidad de revisar y aprobar el presupuesto general. La comisión tercera del Senado fue la primera en negarlo, seguida de la cuarta comisión, lo que confirmó la negativa del Legislativo hacia el monto presentado por el gobierno de Petro.

La votación que bloqueó el presupuesto

El presupuesto, para ser aprobado, requería el respaldo de las cuatro comisiones económicas del Congreso: dos de la Cámara y dos del Senado. Sin embargo, la negativa de las comisiones tercera y cuarta del Senado fue decisiva para frenar el monto solicitado. Entre los argumentos principales en contra de la cifra estuvo la preocupación por el déficit presupuestal que el país enfrenta, lo que despertó el rechazo de gran parte de los congresistas, en especial de los partidos tradicionales.

Comisión tercera del Senado

En la votación de la comisión tercera del Senado, predominó el rechazo, con 11 votos por el no y tan solo 3 votos por el sí. Entre los senadores que votaron en contra, se destacan:

  • Efraín Cepeda (Conservador)
  • Mauricio Gómez Amín (Liberal)
  • Miguel Uribe Turbay (Centro Democrático)

Por el lado de los votos a favor, se encuentran figuras del Pacto Histórico como Imelda Daza y Julio César Estrada. Este desequilibrio en la votación reflejó la falta de apoyo mayoritario al plan económico del Ejecutivo en este sector del Congreso.

Comisión cuarta del Senado

De manera similar, la comisión cuarta del Senado también rechazó el monto propuesto, con 12 votos por el no y solo 1 voto por el sí. En esta comisión, votaron en contra senadores como:

  • Liliana Benavides (Conservador)
  • Angélica Lozano (Alianza Verde)
  • Enrique Cabrales (Centro Democrático)

El único voto a favor provino de la senadora Aida Avella del Pacto Histórico, mientras que algunos congresistas estuvieron ausentes, lo que también influyó en el resultado.

¿Qué sigue tras el rechazo?

El rechazo de este presupuesto por parte de las comisiones del Senado ha puesto al Gobierno en una situación crítica. Ahora, el Ejecutivo y el Congreso deberán reunirse el 12 de septiembre para intentar llegar a un acuerdo en torno a una nueva cifra que pueda ser aprobada. Para ello, será fundamental que los partidos representados en las cuatro comisiones económicas encuentren puntos en común que permitan avanzar con un presupuesto viable para el 2024.

Este escenario también plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre el Gobierno y el Congreso. El hecho de que varios partidos de coalición, como el Liberal y La U, hayan votado en contra del presupuesto propuesto por Gustavo Petro podría ser una señal de las dificultades que enfrentará el Gobierno para consolidar su agenda legislativa en los próximos meses.

Impacto político y económico del rechazo

El rechazo del presupuesto no solo tiene repercusiones económicas, sino que también afecta la estabilidad política del Gobierno. El presidente Petro enfrenta una fuerte oposición en el Congreso, lo que le dificultará la aprobación de futuras reformas. Además, el hecho de que partidos de su coalición hayan votado en contra del presupuesto demuestra que su capacidad de negociación deberá reforzarse si quiere lograr consensos en temas clave.

Desde el punto de vista económico, el rechazo genera incertidumbre sobre cómo se financiarán los proyectos y las inversiones del Gobierno para el próximo año. El déficit fiscal es uno de los principales puntos de preocupación, y si no se llega a un acuerdo sobre un presupuesto adecuado, podrían verse afectados sectores como la salud, la educación y la infraestructura, que dependen de la asignación de recursos.

En este contexto, la discusión del presupuesto para el 2024 será clave para definir el rumbo económico del país. El Congreso deberá actuar con rapidez y responsabilidad para garantizar que Colombia cuente con un presupuesto sólido y sostenible.


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