El Tribunal de Primera Instancia de San Juan, en Puerto Rico, resolvió este 29 de diciembre imponer una pena de 15 años de prisión a Mayra Nevárez Torres, conductora involucrada en el accidente de tránsito que causó la muerte de Justin Santos Delanda, hermano del artista urbano Arcángel.

La decisión se dio tras una vista de resentencia que dejó sin efecto la sanción inicial de restricción domiciliaria. En esta ocasión, el tribunal determinó que la condena debía cumplirse en un centro penitenciario, atendiendo a la gravedad de los hechos y al impacto causado a las víctimas.

Durante la audiencia, Nevárez Torres aseguró no tener recuerdos claros de lo ocurrido el día del siniestro, registrado en noviembre de 2021. No obstante, reconoció su responsabilidad en el accidente y afirmó que, aunque no tuvo intención de causar daño, no existe justificación para sus acciones. En su intervención, pidió perdón a Carmen Santos, madre del joven fallecido.

La conductora había sido declarada culpable el 12 de diciembre de 2024. Inicialmente, la sentencia contemplaba 15 años de restricción domiciliaria, multas económicas y la suspensión de su licencia de conducir. Sin embargo, el Departamento de Justicia de Puerto Rico apeló la decisión al considerar que la pena no era proporcional al delito.

La secretaria de Justicia, Lourdes L. Gómez Torres, celebró la nueva determinación judicial y señaló que la sentencia representa un acto de justicia no solo para Justin Santos, sino también para su familia y para Keven Monserrate Gandía, quien resultó gravemente herido en el mismo accidente. Además, subrayó que el fallo reafirma la responsabilidad del sistema judicial frente a conductas que generan consecuencias irreparables.

Según las investigaciones, Nevárez Torres conducía de manera imprudente y en dirección contraria sobre el puente Teodoro Moscoso cuando colisionó con dos vehículos tipo Can-Am en los que se desplazaban las víctimas. Justin Santos murió en el lugar debido a la gravedad de las lesiones, mientras que su acompañante sufrió heridas de consideración.

Las autoridades confirmaron que la conductora presentaba un nivel de alcohol en sangre de 0,29 %, muy por encima del límite legal permitido de 0,08 % para operar un vehículo. Este factor fue clave en la decisión de imponer una pena de cárcel efectiva.

Con esta sentencia, las autoridades enviaron un mensaje contundente contra la conducción bajo los efectos del alcohol, reiterando que este tipo de conductas no será tolerado y que tendrá consecuencias penales severas.

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