Este 2 de octubre, la Cámara de Representantes avanzó significativamente en la aprobación de la reforma laboral impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, votando 33 de los 80 artículos que componen la propuesta. La discusión se centró en temas clave para la estructura laboral del país, en especial el polémico artículo 13, que modifica el inicio de la jornada nocturna. Este cambio ha generado un amplio debate, ya que impactaría directamente en las condiciones laborales y en la sostenibilidad económica de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

El artículo 13 plantea que la jornada nocturna comience a partir de las 7 p.m., reemplazando el horario actual que comienza a las 9 p.m. Este ajuste ha sido respaldado por varios sectores, pero también ha levantado críticas y advertencias sobre su posible repercusión en el empleo formal, especialmente en un país donde las pymes son un motor crucial de la economía.

El cambio en la jornada nocturna y sus implicaciones

Uno de los aspectos más discutidos durante la sesión fue la posible afectación que la modificación de la jornada nocturna podría tener en las empresas más pequeñas. Andrés Forero, representante del Centro Democrático, señaló en una entrevista con La W que esta medida supondría una «carga adicional» para las pymes, que ya enfrentan un entorno económico complejo. Según Forero, al tener que pagar un recargo nocturno a partir de las 7 p.m., estas empresas se verían obligadas a asumir costos adicionales que podrían traducirse en despidos o, en el peor de los casos, en el cierre de operaciones.

El Banco de la República, la principal autoridad monetaria del país, también ha emitido advertencias al respecto. En un informe reciente, el banco señaló que la aplicación de este artículo podría llevar a la pérdida de hasta 450.000 empleos formales, un golpe significativo en un país que sigue luchando por recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, el gobierno y sectores afines han argumentado que la medida busca proteger a los trabajadores que, bajo las actuales condiciones, reciben un pago injusto por su trabajo en horas nocturnas.

El gobierno logró la aprobación del artículo con apoyo de diversas bancadas, acordando además que la modificación entraría en vigor seis meses después de que la ley sea sancionada por el presidente Gustavo Petro. Esto, con el objetivo de dar tiempo a las empresas para adaptarse al nuevo esquema y buscar alternativas para mitigar el impacto económico.

¿Qué implicaría este cambio para las pymes?

El cambio en el horario de la jornada nocturna afecta de manera especial a las pymes, que representan una gran parte del tejido empresarial colombiano. Muchas de estas empresas, que operan con márgenes de ganancia reducidos, dependen de horarios extendidos para mantener su competitividad en sectores como la hostelería, comercio y servicios. Al tener que pagar recargos nocturnos por un mayor número de horas, podrían verse en la necesidad de reducir sus horarios o prescindir de empleados para mantener su rentabilidad.

Además, el aumento en los costos laborales podría incentivar a algunas empresas a recurrir a la informalidad, un fenómeno ya extendido en la economía colombiana. La informalidad representa un reto constante para los gobiernos, ya que reduce la recaudación fiscal y priva a los trabajadores de derechos y beneficios legales, creando un círculo vicioso de precariedad laboral.

Por otro lado, quienes defienden la medida argumentan que el cambio es necesario para garantizar salarios justos a los trabajadores, especialmente aquellos que laboran en condiciones que, por el horario nocturno, implican un mayor desgaste físico y mental. En esta línea, el gobierno sostiene que el ajuste permitirá mejorar la calidad de vida de miles de colombianos que trabajan hasta altas horas de la noche, sin recibir una compensación adecuada.

La discusión sigue abierta

A pesar de la aprobación de este y otros artículos de la reforma, la sesión de la Cámara de Representantes fue levantada por falta de quórum después de alrededor de siete horas de debate. El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, citó a los representantes a retomar la discusión el próximo lunes 9 de octubre a las 10 a.m., cuando se espera avanzar en la votación del resto del articulado.

Si bien el gobierno ha logrado un avance significativo con la aprobación del 50% de la reforma, todavía queda mucho por discutir. Entre los temas pendientes se encuentran otros aspectos clave relacionados con los derechos laborales, como las condiciones para la contratación a término fijo y las protecciones para los trabajadores informales, un sector que afecta a millones de colombianos.

La aprobación total de la reforma representaría uno de los cambios más importantes en la legislación laboral colombiana en décadas, pero el camino hacia su implementación no será fácil. Con una fuerte oposición de sectores empresariales y algunos partidos políticos, es probable que las próximas semanas estén marcadas por una intensa discusión sobre el equilibrio entre la protección de los trabajadores y la sostenibilidad económica de las empresas, en especial las pymes.


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