La noche del viernes 26 de diciembre se vio marcada por un nuevo episodio de violencia en el oriente de Cali, luego de que un artefacto explosivo fuera detonado en el barrio Marroquín I, mientras en distintos puntos de la ciudad avanzaban actividades propias de la Feria de Cali. El estallido rompió la tranquilidad del sector y generó pánico entre residentes y transeúntes.

De acuerdo con la información preliminar entregada por las autoridades, la explosión ocurrió en inmediaciones de la transversal 103 con calle 26P-19, una zona que se preparaba para la realización de su feria comunera como parte de la programación cultural de la ciudad. La detonación, atribuida a una granada de fragmentación, fue escuchada en varios puntos del sector.

El hecho obligó a una rápida reacción de la Policía Metropolitana de Cali y de los organismos de emergencia, que llegaron al lugar para asegurar la zona, atender a los heridos y comenzar las labores de verificación e investigación.

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Credit: Foto: Red Social X

Como consecuencia directa del atentado, varias personas resultaron lesionadas, entre ellas civiles y menores de edad. Según el reporte oficial, un taxista que se encontraba en el sector resultó herido y fue trasladado a un centro asistencial, donde recibe atención médica y permanece fuera de peligro.

Además del conductor del taxi, dos adultos y dos menores de edad presentaron lesiones leves causadas por esquirlas producto de la explosión. Las autoridades confirmaron que los menores permanecen bajo observación médica, mientras se evalúa su evolución clínica.

Desde la Policía Metropolitana se indicó que, pese al impacto del ataque, ninguna de las personas afectadas presenta heridas de gravedad, aunque el hecho generó una fuerte conmoción en la comunidad, especialmente por la presencia de niños entre los lesionados.

Un ataque que habría tenido como objetivo a la Policía

En el avance de las investigaciones, las autoridades señalaron que el atentado habría estado dirigido contra uniformados de la Policía Nacional que realizaban labores operativas en el sector. De acuerdo con esta versión, una patrulla policial se movilizaba por la zona cuando sujetos lanzaron el artefacto explosivo.

El brigadier general Edwin Urrego, explicó que la detonación se produjo cerca de un taxi que en ese momento dejaba pasajeros, lo que habría provocado que personas ajenas al presunto objetivo resultaran heridas. Esta circunstancia es ahora uno de los puntos centrales de análisis dentro del proceso investigativo.

Tras el ataque, la Policía activó un plan candado en diferentes sectores de Cali, con el fin de ubicar a los responsables y prevenir nuevos hechos violentos. Las labores de rastreo continúan, mientras se recolectan elementos materiales probatorios en el lugar de la explosión.

Reacción institucional y refuerzo de seguridad

Desde la Alcaldía de Cali y la Secretaría de Seguridad y Justicia se anunció una recompensa de hasta 200 millones de pesos para quien suministre información que permita identificar y capturar a los autores del atentado. Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para que reporte cualquier información relevante a través de los canales oficiales.

De manera paralela, se reforzaron los controles de seguridad en el oriente de la ciudad, especialmente en sectores donde se desarrollan eventos asociados a la Feria de Cali. Las autoridades insistieron en la importancia de mantener la calma y reportar situaciones sospechosas a la línea de emergencia 123.

Este atentado se produce en un contexto de especial sensibilidad para la ciudad, apenas una semana después de que dos uniformados de la Policía Nacional perdieran la vida en un ataque con explosivos ocurrido en el suroriente de Cali, en inmediaciones del CAI del barrio Mariano Ramos. La repetición de este tipo de ataques mantiene en alerta a las autoridades y a la ciudadanía.

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