El atentado contra dos líderes venezolanos en Bogotá encendió las alarmas de las autoridades nacionales. El hecho ocurrió el lunes 13 de octubre de 2025 en el norte de la capital, cuando las víctimas, identificadas como reconocidos representantes de la comunidad migrante venezolana, fueron atacadas a tiros mientras se desplazaban en un vehículo.
Ambos hombres resultaron heridos en las extremidades inferiores y fueron trasladados a un centro asistencial donde reciben atención médica bajo vigilancia policial. La Policía Metropolitana de Bogotá confirmó que tras el ataque se recuperó un vehículo que estaría vinculado con los agresores y que podría ser clave para esclarecer los hechos. Las autoridades avanzan en la recolección de pruebas y revisión de cámaras de seguridad del sector.
Vehículo implicado en el atentado fue hallado por la Policía
De acuerdo con el informe oficial, la Policía Nacional logró ubicar y recuperar el vehículo utilizado por los atacantes, gracias al seguimiento de cámaras de vigilancia en la zona donde se produjo el atentado. El automóvil, de color oscuro, fue encontrado abandonado en una calle del occidente de Bogotá, con señales de haber sido manipulado para ocultar rastros. Los peritos del CTI de la Fiscalía adelantan el análisis técnico y forense del automotor, en busca de huellas, residuos de pólvora y otros elementos que permitan identificar a los responsables.
Según la versión preliminar, los agresores se movilizaban en ese vehículo y, tras interceptar a los líderes venezolanos, abrieron fuego en su contra antes de huir del lugar. Testigos informaron que los disparos generaron pánico entre los transeúntes y comerciantes del sector, obligando a la intervención inmediata de patrullas motorizadas de la Policía.
Las autoridades indicaron que los heridos fueron trasladados a un centro asistencial cercano, donde se encuentran fuera de peligro. Aunque sus identidades no han sido reveladas por motivos de seguridad, se conoció que ambos desempeñan labores sociales en favor de la comunidad migrante y de procesos de integración con la población bogotana.
Hipótesis del ataque y líneas de investigación
La Sijín y el CTI de la Fiscalía General de la Nación trabajan conjuntamente para establecer si el ataque armado estaría relacionado con amenazas previas o con disputas entre grupos políticos o sociales de origen venezolano radicados en Colombia. Otra hipótesis que se maneja es la posible retaliación por denuncias de extorsión y trata de personas en las que una de las víctimas habría colaborado con las autoridades.
El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Carlos Triana, informó que ya se han recolectado varios videos de cámaras privadas y públicas en el corredor donde se registró el atentado. “Estamos verificando los movimientos de un vehículo que coincide con las características descritas por testigos y que ya fue recuperado. Su análisis será determinante para identificar a los responsables”, afirmó el oficial.
La investigación también busca establecer si los autores materiales del ataque permanecen en la capital o si habrían salido hacia municipios cercanos en la sabana de Bogotá. Por ahora, las autoridades mantienen un operativo especial en zonas donde se ha detectado actividad de redes criminales con presencia de ciudadanos extranjeros.
Seguridad y protección a líderes migrantes en Colombia
El atentado ha reavivado el debate sobre la seguridad de los líderes migrantes venezolanos que desarrollan labores humanitarias y de acompañamiento a sus compatriotas en distintas regiones del país. Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han expresado preocupación por el aumento de amenazas y agresiones contra voceros comunitarios provenientes de Venezuela.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, desde 2023 se han registrado varios ataques y actos intimidatorios contra representantes de la población migrante, especialmente en Bogotá, Cúcuta y Barranquilla. Muchos de estos líderes trabajan en programas de inclusión laboral y regularización migratoria, lo que los convierte en blancos de estructuras criminales que buscan controlar economías ilegales vinculadas al tráfico de personas y la explotación laboral.
El gobierno distrital anunció que se reforzará la seguridad en zonas con alta presencia de población venezolana, mientras la Policía mantiene las investigaciones activas para dar con los responsables del atentado. Por su parte, la comunidad venezolana en Bogotá ha convocado una jornada de solidaridad y rechazo a la violencia, exigiendo garantías para ejercer sus actividades sin temor.
¿Podrá este atentado marcar un punto de inflexión en las políticas de protección a los líderes migrantes? Las próximas acciones de las autoridades determinarán si los esfuerzos por garantizar su seguridad son suficientes frente a la creciente ola de violencia.