Colombia se enfrenta a un panorama financiero incierto con la propuesta de una drástica reducción del 50% en la ayuda económica de Estados Unidos para el año fiscal 2026. Esta medida, impulsada por el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes de EE. UU., afectaría principalmente los fondos no relacionados con seguridad, marcando un posible cambio de rumbo en la tradicional cooperación bilateral entre ambos países.

La cifra propuesta para la asistencia es de 209 millones de dólares, una disminución considerable si se compara con los 410 millones de dólares que Colombia ha recibido anualmente en períodos anteriores. Esta significativa rebaja refleja una preocupación en el Capitolio, que considera que la Administración Petro «no ha utilizado eficazmente la asistencia de EE. UU. para promover metas y objetivos comunes».

Las carteras más golpeadas por este potencial recorte serían los programas de desarrollo económico y social, que verían una reducción sustancial de aproximadamente 180 millones de dólares a unos 67 millones de dólares. Este impacto directo podría comprometer iniciativas cruciales destinadas a fortalecer el tejido social y productivo del país, especialmente en zonas vulnerables.

La lucha contra las drogas, un pilar histórico de la cooperación, también sufriría una disminución presupuestaria. Los fondos destinados a operaciones antinarcóticos, que solían oscilar entre 140 y 170 millones de dólares, se reducirían a 103 millones de dólares. Este monto representa el presupuesto más bajo para este propósito desde 1998, ajustado por la inflación, lo que genera inquietud sobre el impacto en la estrategia antidrogas.

La reversión de estos recortes se presenta como un desafío considerable, dado el actual equilibrio político en Estados Unidos. Con una mayoría republicana tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, el escenario es diferente a años anteriores, donde una mayoría demócrata en el Senado podía mitigar propuestas similares, haciendo que la negociación sea más compleja para Colombia.

Este posible repliegue financiero por parte de Washington envía una señal clara sobre las percepciones políticas en EE. UU. respecto a la gestión colombiana. El Gobierno de Colombia deberá implementar estrategias diplomáticas robustas para mitigar el impacto de esta reducción y reafirmar los objetivos compartidos en áreas clave como la seguridad, el desarrollo y la lucha contra el narcotráfico.

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