Un suplicio es decir poco, ¿cómo vivir las 24 horas los 7 días de la semana con un extractor arrojando aire con grasa pesada y olor a aceite quemado? Los apartamentos, las habitaciones, camas, cortinas, ropa están llenos de hollín y encima ya algunas personas presentan problemas respiratorios por ese aire contaminado. Pasan los meses y del restaurante Sayonara ubicado en la Calle 7 con Avenida Circunvalar N°14-43 sigue arrojando al aire desde su extractor ese «problema para la comunidad» y aunque desde febrero los vecinos afectados le han solicitado solucionar el problema a la señora Ana María, hoy 3 de octubre siguen esperando una respuesta que no llega.
Secretaria de Gobierno, Karen Zape Ayala, ¿será posible que con la señora Orlyana Marín Pérez cumplan la Ley o seguimos como con la seguridad de la ciudad que solo para usted está bien? Seguro que si cierran el establecimiento inmediatamente solucionan el problema. Procuradora Margarita Cabello Blanco pongo en su conocimiento este caso.
El incumplimiento de los deberes por parte de un empleado público, puede constituir una falta disciplinaria, los funcionarios públicos que incumplan los deberes propios del cargo que ostentan pueden incurrir en responsabilidad civil, administrativa, disciplinaria y penal.
En su Artículo 79, la Constitución Nacional (CN) consagra que:
¨Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La Ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo.
Es por eso que la Oficina de control y vigilancia de la Secretaría de Gobierno de Pereira, debe realizar operativos con el fin de dar aplicación a la Ley 1801 de 2016 la cual establece una serie de comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas, dentro de las que se destacan la perturbación del sosiego mediante sonidos o ruidos (…) cuando generen molestia por su impacto auditivo o cualquier medio de producción de sonidos o dispositivos o accesorios o maquinaria que produzcan ruidos
Con el “objeto disuadir, prevenir, superar, resarcir, procurar, educar, proteger o restablecer la convivencia”, los artículos 172 a 197 de la Ley 1801 de 2016 regulan una serie de medidas correctivas cuya responsabilidad es de los uniformados que ejercen la actividad de policía.
En vista de lo anterior, la Policía Nacional y la administración municipal se encuentra igualmente legitimada en por pasiva, como autoridad pública encargada de resolver cualquier conflicto o perturbación a la convivencia, dentro de lo que se incluye aquel que pueda surgir por la generación de ruido
“las molestias causadas por ruidos u olores tienen, prima facie, relevancia constitucional , salvo que tales molestias adquieran una magnitud de tal entidad que lleguen a constituir una injerencia arbitraria sobre el derecho a la intimidad de las personas que deben soportar tales olores o ruidos. Si se llega a comprobar la anotada magnitud y, además, se cumplen los restantes requisitos de procedibilidad de la acción de tutela, la cuestión adquiere entidad constitucional y, el anotado mecanismo procesal, se convierte en el instrumento adecuado para lograr el cese de las emanaciones auditivas u olfativas que violan el derecho fundamental a la intimidad».
Los administradores de Sayonara no han solucionado debidamente
«A partir del mes de febrero del presente año, el extractor del restaurante Sayonara empezó a fallar y a desprender mucho olor, ruido y humo.
Nos comunicamos con la empresa Sayonara los cuales nos informaron que debían cambiar de extractor que por favor les diéramos un tiempo.
En el mes de junio cambiaron de extractor y bajo el ruido, pero no el humo ni el olor por lo que dijeron que debían poner unos filtros y un carbón activado para el control de olores y humo que eran muy costosos. Sin esa adaptación el humo y los olores se incrementaron y construyeron un cerramiento que obstruye la circulación de aire, así pues, la situación no mejoro todo lo contrario empeoro generando a los residentes problemas de salud. (especialmente reportándome problemas respiratorios) y en los apartamentos se deposita grasa y hollín dañándoles los muebles»