“¡Salud Jesús Santrich! Necesitamos tu sabiduría y tu alegría”: así escribió Lucía González, arquitecta y miembro de la comisión de la verdad, pero hay más, públicamente reconoce que respeta y comparte los principios de las FARC.
Tener en esa comisión este tipo de personas es como tener a Garavito administrando una guardería
Si esta es la “imparcialidad” de quienes en esta comisión deben buscar la justicia y reconocer la dignidad de las víctimas, mal estamos cuando cómo está señora reconoce públicamente sus afectos, admiración y respeto por cabecillas de las FARC, personajes denunciados por sus mismos miembros de violaciones y reclutamiento forzado a menores de edad. Si conoce la palabra dignidad y verdadero respeto por las víctimas está señora debe renunciar de inmediato.
¿Cumplirán estos objetivos la Comisión de la Verdad cuando se ve claramente qué hay miembros sesgados?
La Comisión tiene cuatro objetivos: esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido durante el conflicto armado interno; reconocimiento de la dignidad de las víctimas y de sus derechos, reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y colectivas por parte de todos quienes de manera directa o indirecta