Estados Unidos ejecutó una ofensiva aérea de gran escala contra posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria, en respuesta al atentado que hace una semana dejó tres estadounidenses muertos en Palmira. La operación fue confirmada por el Pentágono y descrita por el presidente Donald Trump como una “represalia muy seria”.

Según el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), los ataques alcanzaron más de 70 objetivos en distintas zonas del centro y oriente del país, con el uso de aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería.

Operación aérea y balance preliminar

Centcom informó que la ofensiva empleó más de 100 municiones de precisión contra combatientes, infraestructura y depósitos de armas del Estado Islámico. Los bombardeos se concentraron principalmente en las provincias de Deir Ezzor, Homs y Raqqa.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó que al menos cinco militantes del EI murieron durante los ataques, entre ellos el líder de una célula que operaba drones en el este del país. Las fuerzas armadas de Jordania habrían brindado apoyo aéreo a la operación, según fuentes estadounidenses.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que la acción militar no marca el inicio de una nueva guerra en Medio Oriente, sino una respuesta directa contra los responsables del ataque contra tropas estadounidenses.

El atentado en Palmira y la respuesta de Washington

El ataque que motivó la ofensiva ocurrió en Palmira, donde un tirador infiltrado abrió fuego contra dos sargentos de la Guardia Nacional de Iowa y un intérprete civil estadounidense. Las víctimas fueron identificadas como William Howard, Edgar Torres Tovar y Ayad Mansoor Sakat.

Aunque ningún grupo se atribuyó oficialmente la autoría, el Pentágono señaló que los indicios apuntan al Estado Islámico. Tras el atentado, Trump prometió represalias severas contra el grupo yihadista, al que acusó de intentar desestabilizar Siria tras la caída del régimen de Bashar al Asad.

Contexto regional y posición de Siria

El Gobierno sirio manifestó su respaldo a las operaciones contra el Estado Islámico y reiteró su compromiso de impedir que el grupo tenga refugio en su territorio. Damasco aseguró que continuará intensificando acciones militares contra cualquier amenaza yihadista.

Aunque el EI fue derrotado territorialmente en Siria en 2018, mantiene células activas en zonas desérticas del país, reactivadas durante el período de transición política. Estados Unidos conserva cerca de mil soldados en Siria como parte de la operación internacional contra el terrorismo, aunque Trump ha reiterado su intención de reducir la presencia militar en la región.

Durante la ofensiva estadounidense también se reportaron ataques aéreos israelíes en el sur de Siria, en medio de un aumento de las tensiones y operaciones militares en esa zona.

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