La reciente investigación publicada por medios suecos, liderada por el reportero Michael Zairean de Expressen, ha puesto en el centro del debate la situación actual de Verónica Alcocer, expareja del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien se encuentra viviendo en Suecia. Según el reportaje, Alcocer “está disfrutando de una vida marcada por el derroche a pesar de las críticas sobre el uso de dineros públicos de Colombia”, una afirmación que generó reacciones inmediatas. Frente a las acusaciones, el presidente Petro aseguró que el dinero relacionado con esta estadía no proviene de los impuestos de los colombianos, intentando desmarcarse de cualquier señalamiento de financiación estatal irregular.
El periodista sueco, sin embargo, sostuvo que sus fuentes le informaron que Alcocer permanece en Suecia acompañada de amigos. Esta presencia en territorio europeo se volvió aún más llamativa cuando el reportero conoció la inclusión del presidente Petro en una lista de sanciones de Estados Unidos, hecho que, según él, despertó mayor interés en las circunstancias que rodean la vida actual de Alcocer.
Dudas sobre la financiación de la estadía en Suecia
Uno de los puntos centrales del reportaje giró en torno a cómo se financia la estadía de Verónica Alcocer. Zairean afirmó que no tiene claridad sobre la fuente de recursos que sostiene su permanencia en Suecia. Según explicó, desconoce si Alcocer posee dinero propio o una cuenta en otro país, por lo que, ante la ausencia de información oficial, solo puede basarse en especulaciones.
Dentro de los detalles entregados por el periodista, se mencionó que Alcocer estaría alojándose en un hotel cuyo costo podría alcanzar hasta 1.2 millones de pesos colombianos por noche. Aunque no sería el más exclusivo de la zona, sí haría parte de los hoteles de gama alta, lo que aumenta las preguntas sobre el origen de los fondos que sostienen esta estadía prolongada.
El interés de Zairean por comprender la financiación no se limita al gasto hotelero. Su inquietud se extiende a todo el estilo de vida descrito en la investigación, marcado por presuntos lujos y acompañamiento constante de amistades en territorio sueco. Estos elementos alimentan la discusión pública en torno a la coherencia de los gastos y la transparencia alrededor de ellos.
Intentos fallidos de contacto con Verónica Alcocer
Michael Zairean también señaló que ha intentado comunicarse directamente con Verónica Alcocer, pero no ha recibido respuesta. Explicó que ha sido persistente en sus esfuerzos: recibió solicitudes de contacto que no fueron atendidas, intentó acercarse a través de amigos que supuestamente le proporcionarían un número telefónico, y además le escribió mediante redes sociales, sin éxito.
El silencio de Alcocer ante los intentos de contacto planteó nuevas dudas en el reportaje, ya que la falta de comunicación impide contrastar la información revelada o conocer su posición respecto a las afirmaciones de supuestos lujos y financiamiento incierto. De acuerdo con Zairean, la ausencia total de respuesta hace más difícil esclarecer los hechos descritos.
El periodista sostuvo que incluso los amigos de Alcocer, quienes podrían haber servido de puente para establecer un diálogo, no facilitaron ningún tipo de contacto directo. La falta de comunicación contribuyó a que la investigación dependiera únicamente de las fuentes iniciales y de las observaciones del reportero en Suecia.
Distancia entre el Gobierno colombiano y la situación en Suecia
Otro elemento destacado por Zairean es la imposibilidad de comunicarse con representantes del Gobierno colombiano para obtener una versión oficial. Según explicó, en medios locales de Colombia se ha mencionado que el embajador colombiano en Suecia no desea tener contacto con Verónica Alcocer debido a la situación política que se vive en el país. Esta aparente distancia institucional habría dificultado la verificación de información o la obtención de precisiones diplomáticas.
La ausencia de comunicación entre el Gobierno colombiano y Alcocer, sumada a los señalamientos sobre sus gastos y estilo de vida, conforma un panorama lleno de interrogantes que ha captado la atención de medios nacionales e internacionales. Las dudas sobre el uso de recursos, la falta de claridad en la financiación de la estadía y el silencio frente a los intentos de contacto alimentan una discusión que continúa en desarrollo.
Mientras tanto, la investigación de Expressen se mantiene como uno de los documentos más citados en torno al tema, especialmente por los señalamientos sobre un presunto “derroche” en tierras europeas. En Colombia, las declaraciones del presidente Petro han buscado desligar cualquier responsabilidad estatal, afirmando que no existe uso de recursos públicos en esta situación. No obstante, las preguntas planteadas por el reportaje siguen abiertas.

