Dando alcance a la directriz del gobernador Juan Diego Patiño Ochoa de trabajar con enfoque diferencial y reducir brechas de atención en salud mental, se dio inicio a la estrategia de Rehabilitación Basada en Comunidad con énfasis en salud mental en el municipio de Santuario, inicialmente con las indígenas trans que conforman la comunidad de “Mariposas del Café” y, de manera paulatina, con otros integrantes de la comunidad LGTBIQ+ de la localidad.

Se decidió iniciar la estrategia de Rehabilitación Basada en Comunidad con énfasis en salud mental en Santuario, debido a que los indicadores de eventos de salud mental en el municipio se han incrementado, abarcando casos no sólo por ideación de autolesiones sino también de violencias, razón por la que consideramos que el trabajo de salud mental comunitaria es indispensable para generar impacto y mejorar los indicadores, explicó Andrea Liliana Penagos, técnica de Salud de la Dirección Local de Salud de Santuario.

TALLER DE DIAGNÓSTICO EMOCIONAL

Esta intervención psicosocial inició con un taller de diagnóstico emocional con las indígenas trans asentadas en Santuario, teniendo en cuenta los factores de riesgo que están afrontando, desde múltiples formas de discriminación y violencia dentro y fuera de sus comunidades ancestrales hasta desconfianza institucional ante el temor a acudir a servicios de salud por experiencias previas de discriminación, ignorancia cultural o estigma, lo que reduce la detección temprana y el acompañamiento terapéutico.

“Desde la secretaría de Salud de Risaralda acompañamos este proceso que inicia en Santuario de salud mental comunitaria para que las autoridades locales se formen y adelanten las acciones correspondientes de manera que se atiendan las necesidades de la comunidad y se registren logros psicosociales”, señaló María Alcira Robayo, coordinadora del programa de Salud Mental y Convivencia de Risaralda.

Samy Sofía Enebia Siágama es la vocera de las “Mariposas del Café”, indígenas trans procedentes de distintos resguardos, tanto de Risaralda como del Chocó, que coinciden en el municipio de Santuario, donde trabajan porque se les reconozca un espacio físico donde puedan trabajar la tierra, desarrollar proyectos productivos y vivir seguras. Su testimonio evidencia las agresiones físicas, verbales y psicológicas que reciben diariamente.

LA VOZ DE LAS MARIPOSAS DEL CAFÉ

“Como indígenas trans accedemos a servicios de salud de urgencia pero no vemos posibilidades para acceder a tratamientos especiales y queremos que eso ocurra; actualmente estamos adelantando un proceso con la Agencia Nacional de Tierras para que nos reconozcan nuestra tierra y poder recibir a las mariposas (indígenas trans) sin riesgo y que tampoco tengamos que desplazarnos desde veredas tan lejanas porque eso representa un gasto económico grande que muchas no pueden asumir a pesar de estar trabajando como recolectoras”, expresó Samy Enebia.

En medio del taller de diagnóstico emocional se evidenció el temor que tienen las indígenas trans por el rechazo comunitario en sus resguardos, la transfobia y violencia física y porque esa discriminación sostenida deriva en problemas de salud mental como depresión, ansiedad e ideación suicida.

A partir de esta intervención, en la que se identificación factores de estrés y emociones predominantes en la comunidad indígena, comienza el proceso de capacitación del equipo municipal en salud mental comunitaria y se diseñará el plan de trabajo con enfoque de rehabilitación comunitaria, que promueva redes de apoyo y espacios seguros.

Con información de la oficina de prensa de la Gobernación de Risaralda.

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