Nicolás Maduro desinstaló en directo la aplicación de mensajería WhatsApp, declarando que esta acción es parte de su estrategia para liberar al país de lo que denomina “un golpe de Estado cibernético, fascista y criminal”. La medida se produce en un contexto de creciente rechazo a los resultados electorales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron a Maduro como ganador.
Durante su comparecencia en vivo, Maduro acusó a WhatsApp de ser una herramienta del “imperialismo tecnológico” y afirmó que la aplicación había entregado listas de ciudadanos venezolanos al narcotráfico colombiano y a otros intereses extranjeros con el fin de desestabilizar a Venezuela. Al eliminar la aplicación de su teléfono, Maduro proclamó: “Soy libre de WhatsApp, WhatsApp pal carajo”, y exhortó a los venezolanos a seguir su ejemplo para alcanzar la paz y la estabilidad.
Maduro también vinculó el uso de WhatsApp con amenazas contra el país y los simpatizantes del chavismo, insinuando que la aplicación estaba siendo utilizada para coordinar ataques anónimos desde el extranjero. El presidente animó a la población a adoptar otras aplicaciones de mensajería como Telegram y WeChat, asegurando que la juventud venezolana se mantendría firme en esta nueva batalla tecnológica.