Durante el foro de Dignidad Liberal, la precandidata presidencial Paloma Valencia presentó su visión sobre el futuro de la política exterior de Colombia, marcada por la urgencia de reformas estructurales y una nueva relación con el mundo que responda exclusivamente a los intereses del país.

Valencia advirtió sobre los riesgos que representa la cercanía del actual gobierno con el régimen de Nicolás Maduro.

“Tenemos un presidente que ha convertido la política exterior en una discrecionalidad personal. Hoy estamos viendo cómo se protege a un tirano perseguido por Estados Unidos, mientras grupos armados binacionales, financiados por el narcotráfico y respaldados por Maduro, amenazan a más de 790 municipios colombianos”, aseguró.La precandidata también fue clara en su llamado a una diplomacia moderna, orientada al desarrollo económico y comercial.

“Nuestras embajadas deben medirse por los negocios que generan para Colombia. Si no funcionan, hay que cerrarlas. Un embajador está para abrirnos mercados, no para emitir comunicados”.

En cuanto a la relación con Estados Unidos, propuso una relación bilateral basada en la cooperación estratégica, incluyendo una agenda común contra el narcotráfico que involucre a toda la región y a México, como actor clave en el tráfico de cocaína. Según Valencia, solo con inteligencia compartida, coordinación regional y una diplomacia efectiva se podrá enfrentar el flagelo que alimenta la violencia en Colombia.

Finalmente, propuso avanzar en una integración real de los mercados latinoamericanos, dejando atrás la competencia entre vecinos y apostando por una estrategia común que permita a la región competir globalmente.

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