Una nueva polémica se desató en el panorama político colombiano luego de que el presidente Gustavo Petro publicara un mensaje en la red social X, donde puso en duda la transparencia de las elecciones presidenciales de 2026. El comentario, que insinuó posibles irregularidades en el proceso electoral venidero, fue interpretado por sectores de la oposición como una advertencia velada o una estrategia de deslegitimación anticipada.
La publicación no tardó en generar fuertes reacciones, especialmente por parte de figuras que han manifestado su intención de aspirar a la Presidencia. Entre ellas se destacó la periodista y precandidata presidencial, Vicky Dávila, quien respondió de forma contundente y directa: “De usted es que hay que desconfiar”.
Vicky Dávila acusa manipulación del debate democrático
La respuesta de Dávila se convirtió rápidamente en tendencia en redes sociales, atrayendo tanto apoyo como críticas. En su mensaje, la periodista señaló que las afirmaciones del mandatario son un intento de minar la confianza ciudadana en las instituciones, una estrategia que —según ella— podría preparar el terreno para desconocer los resultados si no le son favorables a sus intereses.
La frase “De usted es que hay que desconfiar” no solo marcó el tono del debate, sino que reflejó una postura firme frente a lo que Dávila considera una crisis institucional provocada desde el poder. La también analista política recordó que fue Petro quien en el pasado se benefició de un proceso electoral que calificó como legítimo y transparente, lo cual —según dijo— desautoriza sus actuales señalamientos.
Dávila, quien ha trabajado durante décadas en medios de comunicación y recientemente se ha proyectado como opción presidencial, reiteró su compromiso con un proceso democrático robusto y con reglas claras, advirtiendo que ningún presidente debe sembrar dudas sin pruebas sobre el sistema electoral colombiano.
Elecciones 2026: ¿en juego la credibilidad institucional?
El episodio reabrió un debate de fondo: la confianza en la transparencia electoral en Colombia. Aunque el país ha enfrentado críticas históricas por prácticas clientelistas y episodios de corrupción, las elecciones presidenciales recientes han sido reconocidas como procesos técnicamente sólidos por organismos internacionales y misiones de observación.
Sin embargo, los cuestionamientos del mandatario han encendido las alarmas. Para analistas políticos, poner en duda el proceso con tanto tiempo de anticipación podría alimentar teorías conspirativas y afectar la participación ciudadana. Algunos incluso comparan esta narrativa con otras utilizadas en contextos regionales donde se ha buscado debilitar las garantías democráticas desde el poder.
En contraste, otros sectores afines al Gobierno consideran que el presidente simplemente hizo un llamado a fortalecer los mecanismos de vigilancia electoral, aunque reconocen que la forma en que se expresó fue desafortunada.