Este miércoles 17 de diciembre se concreta uno de los hitos más significativos para la conservación de la fauna silvestre en Colombia. Tras 11 años de rehabilitación, Tamá, un oso andino rescatado en 2014, regresa a su hábitat natural en el Parque Nacional Natural Tamá, en Norte de Santander. Su liberación marca un antes y un después en los procesos de reintroducción de esta especie clasificada como Vulnerable por la UICN.

El retorno de Tamá es el resultado de un trabajo técnico y científico sostenido, en el que participaron entidades ambientales, organizaciones de conservación y equipos especializados en manejo de fauna silvestre. Durante más de una década, el oso fue sometido a evaluaciones médicas constantes, procesos de rehabilitación comportamental y estrictos protocolos diseñados para garantizar que reuniera las condiciones necesarias para sobrevivir en libertad.

Las autoridades ambientales destacaron que este proceso se consolida como el más completo y documentado realizado en el país para la liberación de un oso andino, estableciendo un referente para futuros casos de conservación y manejo de especies amenazadas.

Un operativo de traslado con altos estándares técnicos

El traslado de Tamá inició en la madrugada del martes 17 de diciembre, a las 6:00 a. m., desde el Aeropuerto Guaymaral Flaminio Suárez Camacho, en Bogotá, con destino a la ciudad de Cúcuta. Desde allí, el oso fue movilizado en helicóptero hasta el Parque Nacional Natural Tamá, ubicado en zona de frontera con Venezuela, en un operativo que requirió coordinación logística, técnica y humana de alto nivel.

El último tramo del recorrido se realizó a bordo de un helicóptero Airbus EC145, aeronave con capacidad operativa de hasta 18.000 pies de altura, lo que permite maniobras seguras en zonas montañosas, páramos y condiciones climáticas variables. El vuelo cubrió aproximadamente 50 millas náuticas y contó con seguimiento satelital permanente durante toda la operación.

La empresa colombiana Helistar participó de manera solidaria en el traslado aéreo, aportando su experiencia operativa para garantizar la seguridad del animal. En el operativo también intervinieron tripulación especializada, técnicos aeronáuticos y personal dedicado exclusivamente al cuidado del oso durante el viaje.

Ciencia, monitoreo y una segunda oportunidad

Previo a la liberación, el equipo del Parque Nacional Natural Tamá realizó recorridos técnicos para definir el sitio y el momento más adecuados para el retorno del oso. Diciembre fue identificado como una época estratégica, debido a la floración y a la abundancia de alimento disponible en el ecosistema, factores clave para facilitar la adaptación del animal a la vida silvestre.

Tamá porta un collar de seguimiento satelital que permitirá al equipo técnico monitorear sus movimientos, comportamiento y proceso de adaptación dentro del parque durante los días y semanas posteriores a su liberación. La información recolectada será fundamental para fortalecer las estrategias de conservación del oso andino en esta y otras áreas protegidas del país.

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El regreso de Tamá es también el resultado de un esfuerzo interinstitucional liderado por Parques Nacionales Naturales de Colombia, con la participación del Parque Nacional Natural Tamá y sus guardaparques, la Fundación Parque Jaime Duque, el Santuario del Oso de Anteojos, la CAR Cundinamarca, Corpoguavio, Corponor, Helistar, la Fundación Wii e Inparques Venezuela.

Más allá del retorno de un solo individuo, la historia de Tamá se convierte en un símbolo de resiliencia, esperanza y reconciliación con la naturaleza. Su liberación abre el camino para que otros osos rescatados puedan tener una segunda oportunidad en la vida silvestre y fortalece un modelo de conservación que podrá ser replicado en Colombia.

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