El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó este lunes que tras mantener conversaciones telefónicas con Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, Rusia y Ucrania iniciarán negociaciones inmediatas orientadas a lograr un alto el fuego y, más ambiciosamente, el fin definitivo del conflicto armado que afecta a Europa del Este desde 2022.

A través de una publicación en su red Truth Social, Trump aseguró que la llamada con el presidente ruso duró dos horas y que el tono del diálogo fue “excelente”. Según detalló, las partes acordaron avanzar hacia la negociación de condiciones bilaterales, bajo el entendido de que “solo ellas conocen los detalles específicos que podrían conducir a la paz”.

Diálogo multilateral y rol del Vaticano en la mediación

Tras su conversación con Putin, Trump también se comunicó con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y con varios líderes europeos. En la lista se incluyen Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Giorgia Meloni, primera ministra de Italia; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Friedrich Merz, jefe de Estado alemán; y Alexander Stubb, presidente de Finlandia.

El mandatario estadounidense reveló que el papa León XIV ha manifestado interés en acoger las negociaciones en el Vaticano, lo que abre la puerta a una mediación diplomática con respaldo internacional. “¡Que empiece el proceso!”, escribió Trump en su mensaje, enfatizando la urgencia de poner fin al conflicto y dar paso a un escenario de reconstrucción.

Potencial económico y comercial tras la guerra

Además del enfoque humanitario, Trump destacó las oportunidades económicas que podrían surgir con el fin del conflicto. Indicó que Rusia manifestó interés en establecer un comercio “a gran escala” con Estados Unidos una vez concluya el enfrentamiento. “Estoy de acuerdo”, declaró el líder republicano, resaltando la posibilidad de generar empleo y riqueza en ambos países.

Para Trump, tanto Rusia como Ucrania tienen potencial de crecimiento significativo. En el caso de Ucrania, subrayó que el proceso de reconstrucción podría ser acompañado por acuerdos de cooperación comercial que beneficien a su recuperación económica y social tras años de guerra.

Reuniones previas y señales de distensión

Esta reciente comunicación telefónica marca la tercera conversación entre Trump y Putin desde que el mandatario republicano regresó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero. La más reciente se da días después de que representantes rusos y ucranianos se reunieran en Turquía, donde lograron como único acuerdo tangible el intercambio de mil prisioneros de guerra por cada bando.

Aunque el encuentro en Turquía no produjo avances sustanciales en materia de cese al fuego, ambas delegaciones se comprometieron a intercambiar listas con condiciones específicas que podrían alimentar futuras rondas de negociación.

Trump había adelantado desde la semana pasada su intención de hablar este lunes con Putin y Zelenski, destacando que uno de los principales objetivos era detener lo que denominó como el “baño de sangre en Ucrania” y promover nuevas oportunidades de cooperación económica. En su mensaje, reiteró su esperanza de que el diálogo fuera “productivo”, algo que ahora confirma tras el desarrollo de las conversaciones.

¿Es posible un acuerdo de paz duradero?

Si bien el anuncio de Trump representa una señal positiva, el camino hacia la paz sigue plagado de incertidumbres. Las tensiones acumuladas, los intereses geopolíticos en juego y los daños provocados por la guerra en múltiples frentes hacen que cualquier proceso de negociación requiera tiempo, compromisos firmes y garantías internacionales.

El hecho de que el Vaticano pueda convertirse en sede del diálogo aporta un componente simbólico importante, al tiempo que podría facilitar un ambiente neutral. La comunidad internacional, por su parte, observa con cautela los próximos pasos y el nivel de compromiso real que cada una de las partes estará dispuesta a asumir.

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