La decisión de eliminar el subsidio a la tasa de interés en los créditos del ICETEX encendió las alarmas en el sector educativo colombiano. La Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) advirtió que esta medida amenaza directamente la permanencia de miles de jóvenes en las aulas, en especial aquellos de estratos más vulnerables que dependen de este alivio financiero para continuar sus estudios. El anuncio generó preocupación entre rectores, docentes y estudiantes, quienes consideran que sin este apoyo el costo de los créditos educativos podría volverse insostenible para una gran parte de la población.

Impacto en los estudiantes más vulnerables

El subsidio a la tasa de interés era un beneficio dirigido a estudiantes de bajos ingresos, permitiéndoles acceder a educación superior sin que la deuda se convirtiera en una carga insuperable. Con la suspensión, se calcula que miles de beneficiarios quedarán expuestos a un aumento considerable en sus obligaciones financieras. ASCUN alertó que la consecuencia inmediata podría ser la deserción universitaria, con efectos más profundos en regiones apartadas donde las oportunidades de acceso a becas y apoyos institucionales son más limitadas. Para muchas familias, el ICETEX ha sido la única opción de financiar la educación superior de sus hijos, lo que vuelve más crítico el impacto de esta decisión.

Reacciones del sector académico y social

Las universidades agrupadas en ASCUN subrayaron que esta medida contradice los esfuerzos por promover la equidad y ampliar la cobertura educativa. Además, recordaron que el subsidio representaba un instrumento de inclusión social, al reducir la brecha entre quienes podían asumir los costos plenos de la educación y quienes dependían del crédito subsidiado. Voces del sector estudiantil señalaron que el Estado debería reforzar los mecanismos de financiación, no debilitarlos, en un contexto donde la educación superior sigue siendo un reto económico para la mayoría. La suspensión también genera incertidumbre sobre el futuro de los estudiantes que ya habían planificado sus carreras contando con este beneficio, lo que puede repercutir en su estabilidad emocional y académica.

¿Qué futuro enfrentan los estudiantes sin el subsidio del ICETEX?

La pregunta central es cómo garantizará el Gobierno que los jóvenes no abandonen sus estudios tras la eliminación del subsidio. Sin medidas alternativas de apoyo, el riesgo de deserción escolar se convierte en una amenaza real para el sistema de educación superior colombiano. Expertos insisten en que se requieren políticas más sólidas de financiación y becas que protejan a los sectores más vulnerables. De lo contrario, el país podría retroceder en metas de cobertura y equidad educativa. El debate también abre la discusión sobre el papel del ICETEX en el futuro y la necesidad de reformar su modelo de crédito para hacerlo más sostenible y accesible. ¿Será posible encontrar un equilibrio entre la viabilidad financiera de la entidad y el derecho de los estudiantes a acceder y permanecer en la universidad?

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