Funcionarios públicos del municipio de El Patía protagonizaron un bochornoso episodio que ha generado rechazo generalizado. Un video difundido en redes sociales muestra cómo el secretario de Infraestructura, Juan Fernando Ibarra, y el presidente del concejo municipal, Alexander Mosquera, se enfrentan a golpes en plena vía pública de El Bordo, cabecera municipal del sur del Cauca.
El altercado, presenciado por varios ciudadanos, refleja un preocupante deterioro en la conducta de quienes deberían representar los valores del servicio público. En las imágenes se observa cómo ambos funcionarios intercambian patadas y puñetazos tras una discusión que rápidamente se tornó violenta. La escena culmina con la pérdida de la gorra y un zapato del concejal Mosquera, mientras los transeúntes intentaban entender lo que ocurría frente a sus ojos.
Dos versiones enfrentadas por una misma pelea
El origen del enfrentamiento ha sido explicado desde versiones opuestas. Según información publicada por El Periódico Virtual, el incidente comenzó cuando Ibarra ingresó a un establecimiento donde se encontraba Mosquera, quien lo habría agredido primero con un golpe en el rostro. Luego de un breve intercambio de palabras, el secretario de Infraestructura se retiró del lugar, pero Mosquera lo siguió, lo que desató la pelea captada en video.
Más tarde, ambos funcionarios utilizaron sus redes sociales para justificar su participación en el altercado. Ibarra defendió sus acciones afirmando que había reaccionado en defensa de su familia, indicando que Mosquera había cruzado «la línea de lo sagrado» con ataques verbales hacia sus seres queridos. Para el secretario, aunque las diferencias políticas son normales, involucrar a la familia es inaceptable.
Mosquera, por su parte, negó categóricamente haber hecho comentarios ofensivos hacia la familia de Ibarra. En su comunicado expresó que actuó en legítima defensa, responsabilizando al secretario de la agresión inicial. Asimismo, ofreció disculpas públicas a la comunidad y manifestó estar dispuesto a renunciar si así lo considera la ciudadanía.
Llamado a la ética y al respeto por parte de los servidores públicos
El presidente del concejo fue enfático en rechazar las acusaciones que lo señalan de haber agredido verbalmente a la familia de Ibarra. Aseguró que sus intervenciones públicas se han centrado únicamente en el control político y la rendición de cuentas, sin tocar temas personales. Incluso citó como ejemplo la reciente rendición de cuentas en el sector de La Fonda, evento al que asistieron más de 200 personas, quienes —según él— pueden dar fe de que no profirió insultos personales.
Este episodio ha dejado en evidencia una preocupante falta de autocontrol entre funcionarios de alto rango, lo que ha provocado una fuerte reacción por parte de la comunidad. Muchos ciudadanos exigen que se realicen las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y establecer las sanciones necesarias.
Otros casos recientes aumentan la preocupación ciudadana
Este no ha sido un hecho aislado. El pasado 5 de abril, Cristian Benavides Muñoz, secretario del concejo municipal, fue grabado en otro video viral tras arrebatarle el celular a un agente de tránsito durante un procedimiento. En las imágenes se ve cómo el funcionario, luego de bajarse de su motocicleta, lanza el dispositivo al suelo y lo pisa con violencia. Aunque el video carece de audio, se especula que la discusión fue provocada por una multa que Benavides se negaba a aceptar.
Estos comportamientos reiterados por parte de funcionarios públicos han encendido las alarmas en la comunidad. Habitantes del municipio exigen medidas disciplinarias ejemplares para quienes utilicen su cargo como escudo para actuar por fuera de la ley o de las normas éticas que exige su posición.
¿La política local está perdiendo el control frente a los ciudadanos?
Este patrón de conflictos públicos refleja una crisis de legitimidad en los liderazgos locales. La ciudadanía se pregunta hasta qué punto es tolerable que quienes ocupan cargos públicos recurran a la violencia física o verbal para resolver diferencias. Los recientes enfrentamientos, sumados a los casos de inseguridad que azotan la región —como el ataque con granada a una policía en enero pasado— dibujan un panorama sombrío para una comunidad que clama por respeto, orden y responsabilidad institucional. ¿Responderán las autoridades a la altura del momento o persistirá la impunidad en estos casos?